La política antidrogas en la Ciudad de México durante los últimos tres años ha logrado ir contra el eslabón más bajo, legalmente conocido como posesión simple, pero ha tocado en mucha menor medida a los traficantes, según las carpetas de investigación de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina.
De acuerdo con datos publicados por la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), de 2018 a 2020 la FGJ abrió 3 mil 147 carpetas por narcomenudeo posesión con fines de venta, comercio y suministro, mientas que inició 14 mil 269 durante los mismos años por el delito de narcomenudeo posesión simple.
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En una comparación entre los años de la primera mitad del gobierno a cargo de Claudia Sheinbaum, se puede observar que las investigaciones se concentran en las colonias conocidas por rezago social. La alcaldía Cuauhtémoc lidera en carpetas de investigación de ambos delitos con colonias como Morelos, donde se ubica Tepito -zona en la que se crearon los grupos delincuenciales la Unión Tepito y la Anti Unión- y le siguen Centro y Doctores.
Los datos por posesión con fines de venta, comercio y suministro, muestran que en 2019, se abrieron mil 39 denuncias y en 2020 estas investigaciones sufrieron un ligero incremento al registrar mil 186.
Ese mismo año, la alcaldía Cuauhtémoc sumó 211 carpetas, le siguen Iztapalapa con 188, Gustavo A. Madero con 142 y Venustiano Carranza con 132.
En el delito narcomenudeo posesión simple, durante 2019 se iniciaron 5 mil 20 investigaciones y en 2020 hubo una reducción durante la crisis por la Covid-19: se abrieron sólo 4 mil 196. Las colonias donde más se persigue este delito son Morelos, Centro, Central de Abasto, Zona Centro y Ampliación Penitenciaria.
CUESTIONAN RESULTADOS
Adriana Muro, directora ejecutiva de Elementa, una organización civil que trabaja en política de drogas con enfoque en derechos humanos, declaró que observan que lo que hacen diferentes gobiernos locales es irse por la “fácil” con este delito de posesión simple y con ello intentan mostrar resultados contra el narcomenudeo.
Explicó que el delito de posesión simple permite también detener a personas usuarias de drogas ante los topes que están previstos en ley, por ejemplo de cannabis que es máximo 5 gramos. Así si una persona que consume trae consigo 15 o 30 gramos de esta droga se le detiene, se le remite al Ministerio Público y se supone que no se le tiene que ejercitar la acción penal (imposición de un castigo), pero se puede abrir la carpeta de investigación. Entonces no se sabe en ese rubro cuántas personas son usuarias y cuántas con ánimo de venta están detenidas.
“Si uno ve las cifras comparadas con posesión con ánimo de ventas son mucho más reducidas porque tampoco las fiscalías están haciendo un trabajo de investigación, lo que nosotros hemos analizado es que la posesión simple tendría que ser derogada. En todo este debate sobre la regulación del cannabis se va a mantener la posesión simple y ahí es donde se abre la puerta para detenciones arbitrarias o a que no haya un proceso de investigación diligente por parte de las autoridades para demostrar que las personas están o no por la estructura del narcomenudeo. No hay claridad en el número de personas usuarias”, refirió.
En su propia investigación, alimentada con información oficial obtenida a través de transparencia, Elementa ha encontrado que la mayoría de las personas detenidas por posesión simple son hombres de entre 18 y 29 años de las alcaldías Cuauhtémoc, Iztapalapa y Venustiano Carranza. Sólo en 2018 fueron encarceladas 4 mil 610 personas, en 2019 terminaron en la cárcel 3 mil 779 y en 2020, 981. El narcótico más usado es la marihuana, seguida por la cocaína.
“Hay más personas en los penales por posesión simple que por comercialización, y eso sí afecta a estos grupos de jóvenes, hombres en su mayoría de tez morena, de colonias con escasos recursos, los cuales son detenidos, procesados y sentenciados por posesión simple, es el eslabón más expuesto y más bajo de la cadena. En ningún momento vemos un aumento en las detenciones y en las carpetas sobre comercialización son muy reducidas porque lo que hace la posesión simple es que no exista una necesidad de probar el vínculo con el crimen organizado”, dijo.
Para Muro, estos números y testimonios evidencian que hay una persecución contra hombres jóvenes y morenos de escasos recursos, pues comparado con estratos socioeconómicos como en Miguel Hidalgo, son más bajas las carpetas de investigación a pesar de que también son conocidas las redes de narcomenudeo.
Asumió que el reto del gobierno de la Ciudad de México es dejar de priorizar sobre las personas que están en situación de vulnerabilidad y de capacitar tanto a policías como Ministerios Públicos y a los jueces en un análisis de la política de droga desde un enfoque de derechos humanos y a la par de combatir el narcotráfico.