A casi dos años de la muerte de Liliana Carolina Ricalde –ocurrida el 26 de octubre de 2016 dentro de la Universidad del Valle de México (UVM), plantel Tlalpan- la madre de la víctima, Lilia Romero Cazariego, acusó que a la fecha no hay ninguna persona sancionada por el caso de su hija y el plantel ha mostrado insensibilidad.
Ayer en conferencia de prensa reiteró que la UVM ha mantenido su operación pese a la colocación de sellos de suspensión de actividades y clausura por parte de la delegación Tlalpan y que durante las investigaciones sobre la muerte de su hija descubrieron irregularidades en materia en los predios del plantel.
Apuntó que al momento de la muerte de su hija la UVM Tlalpan no cumplía con un programa interno de protección civil vigente, ni contaba con protocolos de actuación en casos como éste, ya que Liliana Carolina estuvo 30 minutos sin ser atendida después de su caída desde un tercer piso; llegó al hospital 50 minutos después y con muerte cerebral.
Romero recordó que en 2017 hubo la UVM se comprometió a regularizar sus 13 predios, “pero siguen sin hacerlo, no han presentado el programa interno de protección civil y no tienen el uso de suelo”.