Las diversas denuncias y acusasiones de las que han sido blanco algunos visitantes que desatan caos y violencia en el panteón San José, en Iztacalco, han orillado a su administrador a optar como vigilantes nocturnos a un grupo de perros pues los veladores han sufrido agresiones.
Juan Caballero, administrador de este camposanto indicó que a últimas fechas se ha sepultado gente de grupos delincuenciales y algunos drogadictos, situación que ha hecho que quienes los visitan se droguen o tomen bebidas alcohólicas en las tumbas aunque, destacó, lo peligroso se registra durante la noche.
En entrevista con El Sol de México detalló que la parte posterior del lugar colinda con vecindades de mala fama en la calle Juana de Arco y los maleantes se brincan a pesar de que se colocó una malla ciclónica y alambre de púas. “Son ellos los que hacen destrozos, ya drogados rompen cosas y se roban cruces y adornos, bueno hasta el portón del panteón se robaron y los van a vender al fierro viejo o los cambian por droga. Se puso una caseta de vigilancia y golpearon al velador, ahora se usan perros agresivos que se sueltan en la noche", contó.
Sobre esta situación, el alcalde Armando Quintero, instruyó a que los trabajadores recuperen el incentivo económico por riesgos de trabajo debido a que éste les fue cancelado en la administración anterior.
Cuestionado sobre los ritos de santería en este lugar, Juan declaró que llega gente que rasca y se lleva bolsitas de la tierra de las tumbas o que también entierran morralitos o ropa con cosas envueltas.
"Aparecen gatos muertos entre tumbas de la parte posterior pero los santeros no ocupan cosas de un panteón", dice.