Las sanciones a los policías que cometan abusos en el desempeño de sus funciones pueden llegar hasta la destitución, además del fincamiento de responsabilidades administrativas y penales, advirtió ayer José Ramón Amieva, jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
A su vez, el procurador de Justicia local, Edmundo Garrido Osorio, dijo que los uniformados, que fueron ocho, quienes al parecer agredieron a reporteros, están acusados de abuso de autoridad, lesiones y robo agravado ante la Fiscalía Especializada de Servidores Públicos.
El mandatario local comentó que inició directamente el procedimiento contra el jefe policíaco y otros ocho elementos, quienes participaron en dicha agresión y que ya solicitó una reunión con mandos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Policía de Investigación con el organismo encargado de la defensa de los periodistas y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, a fin de cumplir los protocolos que se tienen en la materia.
Tras reconocer la labor de los cuerpos policíacos de la ciudad que trabajan con honestidad, eficiencia y entrega, expresó: A los que no, pues que se vayan. No queremos policías que no hagan su labor de manera adecuada.
La instrucción a los jefe policíacos es que el que tenga vocación y compromiso va a continuar, el que no, no lo necesitamos.