Francisco Javier “N”, presunto asesino del joven Leonardo Hugo Avendaño, fue enviado al Reclusorio Oriente, luego de que un juez de Control le aplicó ayer la prisión preventiva oficiosa, informó el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCdMx).
El imputado al parecer contó con al menos un cómplice que lo sacó de la escena del crimen, un paraje de la colonia Héroe de 1910, alcaldía de Tlalpan.
En un mensaje a medios, Ernestina Godoy y Rodrigo de la Riva, procuradora general de Justicia y subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, respectivamente, informaron que solicitaron la orden de aprehensión a un juez de Control, quien la obsequió y fue ejecutada la noche del miércoles.
El funcionario afirmó que se aportaron al juez los resultados de las primeras investigaciones, los análisis de las cámaras del C5, telefonía, declaraciones de testigos, pruebas periciales, así como el protocolo de la necropsia.
En el expediente, el Ministerio Público acusó al religioso de asesinar a Leonardo Hugo Avendaño dentro de su camioneta Chrevrolet modelo Trax en el que fue encontrado su cuerpo, a quien estranguló y luego embolsó y abandonó.
De acuerdo con la línea de tiempo, los investigadores confirmaron que el probable responsable permaneció con su víctima en la casa parroquial de la iglesia de Cristo Salvador, entre las 23:04 horas del 11 de junio y las 03:16 horas del día siguiente.
El funcionario no aclaró quien o quienes tripulaban este automóvil, se limitó a decir que permaneció por 13 minutos para después regresar a la Carretera Picacho- Ajusco.
Como no se aceptaron preguntas y respuestas, los funcionarios dejaron cabos sueltos, por ejemplo, el móvil del asesinato, y si el segundo carro que llegó a la escena del crimen era tripulado por más de una persona. Sin embargo, en su acusación el Ministerio Público aseguró que Francisco Javier “N” mató a Leonardo Hugo en ese auto.
PROTESTA
Fieles de la Iglesia Cristo El Salvador desde muy temprano manifestaron su inconformidad por la detención del sacerdote, a quien consideraron como un buen pastor de su feligresía, y lo describieron como caritativo y comprensivo.
Para presionar y exigir la libertad del cura, los católicos cerraron la avenida Insurgentes Sur, en sus dos direcciones, a la altura de la estación Ayuntamiento del Metrobús. En tanto, otro grupo de fieles se refugió en dicho templo para orar por la libertad del sacerdote y consideraron que fue detenido injustamente.
La protesta llegó ante el búnker de la Procuraduría, donde cerca de 35 personas, vestidas con camisa blanca llevaban pancartas con las leyendas “libertad al Padre Francisco”, “exigimos pruebas verdaderas”, “estamos con usted".
Rezaron un rosario con los misterios, invocaron al Espíritu Santo y se arrodillaron en las escalinatas del inmueble.