Luis Eusebio Duque Reyes, El Duke, ex presidiario y ex mando policíaco de la desaparecida Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, es señalado como autor intelectual del secuestro y asesinato del estudiante de la Universidad del Pedregal, Norberto Ronquillo Hernández.
El Duke está relacionado con líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Jorge Flores Concha El Tortas o El Comandante T, líder fundador del grupo criminal Fuerza Anti Unión.
Las investigaciones de inteligencia de la Fiscalía General de la República y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana local señalan que su indicativo era Jefe Álamo y se encargaba de un grupo de policías de élite, dedicados al combate de delitos de alto impacto. Enfrentó un proceso penal por el delito de secuestro.
De acuerdo a los encargados de las indagaciones, El Duke tiene bajo su mando a un grupo de jóvenes que, además de dedicarse al trasiego de drogas, secuestran a integrantes de familias adineradas en la capital del país, zona suroriente del Estado de México y Morelos.
Para los encargados de las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y de la Fiscalía General de la República, detrás del secuestro y asesinato del estudiante de la Universidad del Pedregal puede estar Luis Eusebio Duque Reyes.
Según los antecedentes de las autoridades de procuración de Justicia, este hombre se ha convertido en uno de los más peligrosos que opera en la zona centro del país, principalmente en la Ciudad de México, Sur oriente del Estado de México y en Morelos.
Como parte del modus operandi de esta organización, a familiares de sus víctimas les exige cinco millones de pesos para empezar a negociar y al cobrar los rescates, la mayoría de las ocasiones liberan a sus víctimas y solo aquellas que oponen resistencia les cortan la existencia.
De acuerdo a las investigaciones de las PGJ local y de la FGR, en el caso del joven estudiante Norberto Ronquillo, al momento de privarlo de su libertad a bordo de su vehículo, éste opuso resistencia, por lo que uno le aplicó la llave china, otro lo golpeó con el puño cerrado en el rostro y por ello le fracturaron la nariz y al subirlo al vehículo, lo amarraron y, como éste se resistía, uno de sus raptores lo habría colocado boca abajo y se habría sentado arriba de él a la altura de su cabeza y fue entonces cuando se pudo haber asfixiado.