La Escandón frena la llegada de megaobras

Vecinos dicen que falta resolver las consecuencias de las construcciones hechas a merced del SAC

Karla Mora / El Sol de México

  · martes 8 de octubre de 2024

En Francisco Murguía 86, los habitantes padecen las consecuencias generadas por una construcción / Foto: Romina Solís / El Sol de México

La colonia Escandón, en la alcaldía Miguel Hidalgo, logró salir del Sistema de Actuación por Cooperación (SAC) Tacubaya del que formaba parte desde 2016, con lo que los desarrolladores sólo podrán construir un máximo de ocho pisos al interior de la colonia.

Después de cerca de 20 mesas de trabajo de los vecinos con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), la dependencia publicó el pasado 27 de septiembre un acuerdo sobre la salida de Escandón I sección y de la colonia San Miguel Chapultepec de este mecanismo de construcción con el que el gobierno permite proyectos inmobiliarios y obliga a los desarrolladores a aportar recursos financieros o en especie para mejorar la zona donde están.

De acuerdo con este decreto, ahora los proyectos adheridos al SAC tendrán que modificarlos, a efecto de que no sobrepasen los ocho niveles.

En los últimos seis años, el SAC Tacubaya acumuló ingresos para la Ciudad de México por un monto de 130.4 millones de pesos pagados por las empresas constructoras; sin embargo, vecinos de la Escandón aseguran que nunca vieron algún beneficio para la zona.

El último informe de Gobierno de Martí Batres apunta que, gracias al SAC Tacubaya, fueron financiadas obras de la llamada Ciudad Perdida, con la construcción de 185 viviendas. El SAC no tuvo algún proyecto de esa índole en Escandón, en cambio, vecinos consideran que abonó a fomentar la construcción de inmuebles que, aunque no eran de muchos pisos, sí propiciaban la falta de agua e incluso el desplazamiento de habitantes originarios de la colonia.

En el edificio Francisco Murguía 86 los habitantes padecen las consecuencias generadas por una construcción de un edificio de departamentos construido al lado, en el número 88, el cual, además de fisuras, generó fuertes problemas de humedad a raíz de las excavaciones para edificarla.

Foto: Romina Solís / El Sol de México

Una de las propietarias, que pidió resguardar su identidad, relató que la obra se pegó demasiado a las viviendas, es decir que violó los límites de colindancias, dejando a los inquilinos en riesgo inminente ante sismo; en su departamento, las paredes tienen varias grietas, moho por la humedad y, derivado de la saturación de agua del talud fue dictaminado de alto riesgo.

Expuso que además de la humedad y las grietas, el cobro del agua aumentó de 200 a mil 600 pesos cada bimestre.

Las familias López, Herrero, Calvillo y Rebollo, habitantes del inmueble, tienen una lucha legal por daño a la propiedad por parte de los servidores públicos que autorizaron la construcción.

“Esto viene a raíz de tantas obras irregulares, no somos los únicos que tenemos estos daños, hay muchas viviendas de acá junto que ya tienen grietas graves; sin embargo, no denuncian. Estos departamentos los pusieron en venta desde 2022 cuando todavía estaba en construcción, fue por ahí del 2023 que empezó a llegar gente.

La escala del SAC será regional y esta dimensión no está en las discusiones

Javier Delgado PUEC

La explotación de tantos mantos acuíferos y tanta excavación pues, obviamente, provocan hundimientos. Esto es lo que hizo el SAC, así dejó a la colonia Escandón, el que se quite ahorita ya es letra muerta”, señaló.

El doctor Javier Delgado, académico del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que la herramienta del SAC es útil para impulsar el desarrollo de zonas que requieren de servicios; sin embargo, su implementación aplica bajo la lógica del mercado inmobiliario, con base a la máxima rentabilidad.

En entrevista con El Sol de México detalló que, con los SAC ocurre que no hay una integración de los habitantes de la zona intervenida. “Dicen los vecinos ‘oigan, ustedes aquí me quieren poner una torre de 20 pisos y, pues, a mí me afecta’, como fue el argumento para sacar a Escandón sección I y San Miguel Chapultepec”, dijo.

El especialista expuso que los SAC deben velar para que la mejora de las condiciones del espacio público y del equipamiento urbano, producto de la construcción de proyectos, no expulse a los habitantes originarios, efecto conocido como gentrificación.

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Javier Delgado indicó que el SAC Tacubaya debe ejecutarse desde una óptica social, metropolitana y hasta cultural, porque es una zona con patrimonio e identidad de sus habitantes, quienes piden que se les tome en cuenta para los proyectos.

“En el caso de Tacubaya es interesante que se esté recuperando, porque no olvidemos que el tren interurbano Toluca-Ciudad de México que llegará a Santa Fe, debe llegar, en el proyecto original, hasta Tacubaya. En ese momento, la escala del SAC será regional y esta dimensión no ha estado visible, no está en las discusiones y yo creo que es necesario incorporarla”, comentó.