Para los amantes de la lectura, ahora tienen la oportunidad de adquirir ejemplares desde 10 pesos, debido a que la librería A través del espejo, tras los daños que sufrió con el sismo del pasado 19 de septiembre, realiza un remate.
Ubicada en avenida Álvaro Obregón número 118, local A, en la colonia Roma Norte, Delegación Cuauhtémoc, la dueña del lugar, Selva Hernández, recordó que su mamá, quien ya falleció, fundó la librería hace 22 años; ahora parte del inmobiliario está dañado.
“Ahora nos hacemos cargo mi hermano y yo, por ello, hicimos un llamado a que la gente venga a comprar libros; no esperábamos que llegará bastante, por ello, 30 personas pasan en intervalo de cada 15 minutos”, subrayó.
Indicó que acudieron varios compradores, debido a que varias personas pasaron la voz, “iniciamos un remate desde el viernes, debemos deshacernos de 60 mil libros, pues los estantes se dañaron, empezamos a tirar libros, pero alguien lanzó un ‘tuit’ y se replicó”.
En entrevista, recalcó que ignoraban el impacto del llamado y que llegara tanta gente, “a temprana hora ya había 40 personas formadas, entonces empezamos a organizarnos, pues esperábamos que hubieran menos, como 30, pero esa es la misma cantidad que está entrando cada 15 minutos, escogen más de una docena de ejemplares”.
Detalló que hay libros desde 10 pesos, los cuales iban a llevar a reciclaje, pero hay otros que tienen 60% de descuento, que fueron los que se cayeron, y 30% los que se quedaron en su anaquel y están intactos.
“A través del espejo” y del “Ático”, que se encuentra en el local ‘B’ estarán abiertos con un horario de lunes a viernes de 10:00 a 20:00 horas; sábado de 10:00 a 19:30 horas, y domingo de 11:00 a 18:00 horas.
El remate se llevará a cabo hasta nuevo aviso.
En tanto, el Instituto Condesa vuelve a ser un refugio, como hace 32 años.
Está ubicada en Tlaxcala 105, colonia Roma Sur. La escuela privada opera desde 1953 bajo la dirección de Guadalupe de la Peña Razo.
Las ganas de Javier Pantoja de la Peña, hijo de la directora, se reflejaron en el momento en que aceptó abrir los salones de clase para poner algunas colchonetas y hacer público que el lugar estaba listo para quienes quisieran pasar la noche y comer algo. “Me vine con unos amigos y mis tres hermanos para trabajar en el albergue, también se convirtió en un centro de acopio; este no es un lugar famoso, pero en Twitter se replicó más de seis mil veces el mensaje de que aquí los recibiríamos, algo que nunca nos había pasado”, expresó Pantoja.
Con ayuda de un amigo, quien trabaja en la Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), la escuela tuvo un carácter más “profesional” como albergue, pues su conocido apoyó para que la gente de la dependencia acondicionara mejor el albergue.
“Ellos nos echaron mucho la mano, pusieron carpas, colchas, colchones, servicio médico, también hay psicólogo del gobierno, ahora podemos recibir hasta 40 personas que pueden pasar la noche sin ningún problema”, detalló.
En estos días Pantoja y sus hermanos han dividido sus mañanas y sus noches para todas las labores, entre velar que la gente pueda refugiarse hasta ver que las camionetas que llevan víveres lleguen con bien a sus destinos.