La plancha del Zócalo de la Ciudad de México se llenó de estudiantes este 2 de octubre, los que aún van a la escuela y los que lo fueron hace 56 años, cuando un ataque ocurrido durante una marcha en Tlatelolco terminó con la vida de varios de ellos.
Hasta poco antes de que llegara el contingente integrado por los sobrevivientes del 68 al primer cuadro de la ciudad, la Plaza de la Constitución mantenía algunas zonas resguardadas, a razón de los eventos políticos recientes, específicamente la toma de posesión presidencial.
Félix Hernández Gamundi, sobreviviente y exlíder del Movimiento Estudiantil e integrante del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, declaró que, poco antes de cruzar la calle Isabel la Católica, les informaron que la plancha estaba cerrada y que no dejarían pasar a la manifestación.
"Por fortuna, los compañeros reaccionaron todos con total energía y, enfrente de la marcha el grito unánime fue '¡Zócalo, Zócalo!', porque este Zócalo es nuestro", dijo.
Al finalizar la marcha en conmemoración por la matanza de Tlatelolco, el sobreviviente de lo ocurrido hace 56 años relató que antes de 1968 la Plaza de la Constitución era sólo para priístas, para las marchas de los sindicatos charros, para el presidente y actos oficiales.
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Expuso que a pesar de que en esta marcha hubo provocaciones, la energía se sobrepuso y los manifestantes pudieron tomar una vez más la plancha.
Mientras Hernández Gamundi daba su discurso, algunos de los participantes en la marcha por el 56 aniversario de la masacre del 2 de octubre lanzaron petardos contra el Palacio de Gobierno de la Ciudad de México, mientras elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) intentaban contener a los manifestantes.
Hasta la llegada de los contingentes al Zócalo capitalino la marcha había transucurrido de manera pacífica, salvo por algunas pintas en edificios del Centro Histórico, así como el saqueo de una tienda de ropa.
Sin embargo, una vez que llegaron a la Plaza de la Constitución, un grupo de jóvenes comenzó a lanzar explosivos hacia la sede del gobierno capitalino.
Policías de CDMX equipados con escudos se fomaron frente al inmuble para tratar de contener los proyectiles, que ya habían roto algunos de los cristales del primer piso del edificio.
Posteriormente, más elementos de la SSC comenzaron a descargar extintores con dirección a los manifestantes para replegarlos hacia el centro de la explanada.
En la marcha, además del Comité del 68, están compuestos por estudiantes, organizaciones civiles así como de escuelas normalistas del país quienes gritan consignas, para pedir justicia por la desaparición de los 43 de Ayotzinapa.
Previo a la movilizarón, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se reunieron en la estación Universidad del Sistema de Transporte Colectivo Metro, para dirigirse a la Plaza de las Tres Culturas.
Los estudiantes lanzaron diversas convocatorias, para reunirse en sus respectivas facultades y dirigirse en Metro hacia Tlatelolco.
Uno de los contingentes intentó hacer la dinámica "Metro popular", para entrar gratuitamente a la estación; sin embargo, el STC ya permite la entrada sin pago, debido a que instalaron nuevos lectores de tarjeta que no han sido activados.
Personas con la cara cubierta realizaron algunas pintas en los vagones y en las instalaciones del Metro.
El STC destinó un tren de la Línea 3, que va de Universidad a Indios Verdes, exclusivamente para los estudiantes que acudirán a la marcha, por lo que hicieron un recorrido sin paradas desde Ciudad Universitaria hasta la estación Tlatelolco.
En el camino, los jóvenes cantaron La carencia, de Panteón Rococó; Te lo pido por favor, de Juan Gabriel; Don, de Miranda; del programa 31 minutos; entre otras.
Por la mañana la presidenta Claudia Sheinbaum firmó un decreto en el cual el Estado mexicano ofrece disculpas por la represión en contra del movimiento estudiantil de 1968.