/ domingo 22 de julio de 2018

Narcomenudeo, el gran reto de Raymundo Collins

Raymundo Collins nombrado como nuevo titular de la SSP de CDMX

En los poco más de cuatro meses que estará Raymundo Collins al frente de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, el mayor reto que enfrentará es atacar a los grupos criminales vinculados con la venta de droga, cuya pugna desató una ola de violencia en la capital.

Y así se lo dejó claro el jefe de gobierno, José Ramón Amieva, quien ayer al presentarlo como encargado de la policía capitalina, dijo: “la delincuencia no sentirá que puede venir a gobernar en la ciudad”, un mensaje claramente dirigido a los principales grupos delictivos.

Dicho por el propio Amieva, en la Ciudad de México operan cuatro principales bandas criminales: La Unión de Tepito y la Fuerza Antiunión, con injerencia en el cetro y norte de la capital, y el cártel de Tláhuac y Los Rodolfos, con operaciones en el sur y oriente.

La pugna entre La Unión de Tepito y la Fuerza Antiunión ha provocado que en las calles de la Ciudad de México se vean escenas habituales en los estados que padecen la guerra contra el narcotráfico: cuerpos desmembrados, cadáveres colgados de puentes y mensajes intimidatorios.

El caso más reciente y polémico ocurrió el 18 de junio, cuando presuntos miembros de La Unión abandonaron los cuerpos desmembrados de dos personas en la avenida Insurgentes, a la altura del puente de Nonoalco, en la zona de Santa María la Ribera. Las víctimas estaban vinculadas con la Fuerza Antiunión.

Esta batalla entre ambos grupos delincuenciales ha orillado a comerciantes del Centro Histórico y a las autoridades de la delegación Cuauhtémoc a pedir de manera oficial la intervención de la Secretaría de Marina, para el monitoreo, vigilancia y contención del fenómeno delictivo.

Ayer al dar posesión a Raymundo Collins como nuevo secretario de Seguridad Pública, Amieva Gálvez delineó algunas prioridades que tendrá que atender el nuevo jefe policiaco, como terminar con la corrupción al interior de la corporación.

“Vamos a continuar despejando todas las dudas que pudieran en algún momento contemplarse al interior como son los moches, las cuotas, las faltas de asistencia al servicio, la desviación de la función policial, eso sí no se va a permitir”, subrayó Amieva Gálvez.

En ese sentido, Collins tendrá que responder con la captura de cuatro policías que tienen orden de presentación por haber participado en la golpiza que uniformados propinaron al fotorreportero Alejandro Mendoza, agredido el 7 de julio en la colonia Doctores durante un operativo.

Al exterior de la corporación, Amieva encargó a Raymundo Collins “hacer ajustes para mejorar los esquemas de patrullaje, la coordinación, el sistema de inteligencia y generar cada vez una mejor intervención en el aspecto operativo y de reacción” de la policía.

Para Amieva, otra de las prioridades es “que tanto los números de incidencia como la percepción de inseguridad vayan a la baja, que la gente se sienta más segura, que ese reconocimiento público que se tiene por los policías se vaya incrementando, que nos vean como parte de la sociedad”.

“ESTARÉ EN LA CALLE”

Tras su toma de protesta, Collins Flores se reunió con los mandos operativos de la dependencia para pedirles redoblar esfuerzos en el combate a la delincuencia.

En la reunión, donde estuvieron mandos de los diferentes sectores policíacos, destacó que en corto tiempo la sociedad observará los resultados porque “vamos a salir a la calle, personalmente yo estaré en la calle para combatir la delincuencia y recuperar la tranquilidad que la sociedad necesita”.

No obstante, admitió que al interior de la corporación se combatirá “la corrupción y los famosos entres y los moches".

En los poco más de cuatro meses que estará Raymundo Collins al frente de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, el mayor reto que enfrentará es atacar a los grupos criminales vinculados con la venta de droga, cuya pugna desató una ola de violencia en la capital.

Y así se lo dejó claro el jefe de gobierno, José Ramón Amieva, quien ayer al presentarlo como encargado de la policía capitalina, dijo: “la delincuencia no sentirá que puede venir a gobernar en la ciudad”, un mensaje claramente dirigido a los principales grupos delictivos.

Dicho por el propio Amieva, en la Ciudad de México operan cuatro principales bandas criminales: La Unión de Tepito y la Fuerza Antiunión, con injerencia en el cetro y norte de la capital, y el cártel de Tláhuac y Los Rodolfos, con operaciones en el sur y oriente.

La pugna entre La Unión de Tepito y la Fuerza Antiunión ha provocado que en las calles de la Ciudad de México se vean escenas habituales en los estados que padecen la guerra contra el narcotráfico: cuerpos desmembrados, cadáveres colgados de puentes y mensajes intimidatorios.

El caso más reciente y polémico ocurrió el 18 de junio, cuando presuntos miembros de La Unión abandonaron los cuerpos desmembrados de dos personas en la avenida Insurgentes, a la altura del puente de Nonoalco, en la zona de Santa María la Ribera. Las víctimas estaban vinculadas con la Fuerza Antiunión.

Esta batalla entre ambos grupos delincuenciales ha orillado a comerciantes del Centro Histórico y a las autoridades de la delegación Cuauhtémoc a pedir de manera oficial la intervención de la Secretaría de Marina, para el monitoreo, vigilancia y contención del fenómeno delictivo.

Ayer al dar posesión a Raymundo Collins como nuevo secretario de Seguridad Pública, Amieva Gálvez delineó algunas prioridades que tendrá que atender el nuevo jefe policiaco, como terminar con la corrupción al interior de la corporación.

“Vamos a continuar despejando todas las dudas que pudieran en algún momento contemplarse al interior como son los moches, las cuotas, las faltas de asistencia al servicio, la desviación de la función policial, eso sí no se va a permitir”, subrayó Amieva Gálvez.

En ese sentido, Collins tendrá que responder con la captura de cuatro policías que tienen orden de presentación por haber participado en la golpiza que uniformados propinaron al fotorreportero Alejandro Mendoza, agredido el 7 de julio en la colonia Doctores durante un operativo.

Al exterior de la corporación, Amieva encargó a Raymundo Collins “hacer ajustes para mejorar los esquemas de patrullaje, la coordinación, el sistema de inteligencia y generar cada vez una mejor intervención en el aspecto operativo y de reacción” de la policía.

Para Amieva, otra de las prioridades es “que tanto los números de incidencia como la percepción de inseguridad vayan a la baja, que la gente se sienta más segura, que ese reconocimiento público que se tiene por los policías se vaya incrementando, que nos vean como parte de la sociedad”.

“ESTARÉ EN LA CALLE”

Tras su toma de protesta, Collins Flores se reunió con los mandos operativos de la dependencia para pedirles redoblar esfuerzos en el combate a la delincuencia.

En la reunión, donde estuvieron mandos de los diferentes sectores policíacos, destacó que en corto tiempo la sociedad observará los resultados porque “vamos a salir a la calle, personalmente yo estaré en la calle para combatir la delincuencia y recuperar la tranquilidad que la sociedad necesita”.

No obstante, admitió que al interior de la corporación se combatirá “la corrupción y los famosos entres y los moches".

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