Al reportar ayer que hay más de mil 200 “narco tienditas” en la capital, Bernardo Gómez del Campo Díaz Barreiro, jefe de la Policía local de Investigación, aceptó que en la Ciudad de México existen células de los grandes cárteles del narcotráfico, pero la mayoría “de ellos opera en cuestión de modus vivendi, de lavado de dinero y de relaciones, más que de explotación de algún tipo de delito en la Ciudad de México”.
El funcionario fue entrevistado en la Comisión de Derechos Humanos capitalina, luego de asistir a la inauguración del Foro la Seguridad y Justicia que requiere la Ciudad de México.
Ahí, dijo que los puntos de venta de droga al menudeo se localizan principalmente en las alcaldías de Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc y VenustianoCarranza, pero, precisó, que el narcomenudeo, como toda la delincuencia, es muy dinámico, no estático, en la medida del consumo es la oferta y entre más personas usen las sustancias crece el mercado.
En este sentido, explicó que ahora puede haber mil narco tienditas, pero mañana quizá sean dos mil o 500. “Estamos en un punto de equilibrio, llegando a entre mil y mil 200 puntos de venta de droga en la Ciudad de México, sin decir que todavía hay una cifra negra amplia”.
Ante esto, el jefe general de la Policía de Investigación dijo que el principal trabajo de la corporación a su cargo es la detección oportuna, contención y desmantelamiento.
Sobre la posible complicidad de comandantes y policías de investigación con bandas de narcotraficantes o narcomenudistas, reconoció que no hay una estadística levantada, porque, aseguró, la combatiría, pero si existe mucha información que señala eso y es necesario corroborarlo e investígalo. De momento, comentó que toda la Fiscalía Central Investigación para la Atención del Delito de Narcomenudeo fue cambiada y al frente se puso a una titular con trayectoria distinta, buena productividad, investigaciones concluidas e incidencias administrativas normales en un policía de Investigación.
En cuanto a la actuación de bandas en la Ciudad de México, señaló que operan pequeñas, intermedias y de delincuencia organizada, las cuales se detectan y desarticulan, pero, insistió, por el dinamismo del delito no se puede saber cuántas existen, porque sus integrantes se organizan, escogen una modalidad que les funciona, sin riesgo, les da certeza y eso se convierte en un hábito.
Finalmente, se refirió a la presencia de sudamericanos, su participación en la forma de extorsión “gota a gota” y operan con un sistema de carrusel, porque “muchos de ellos llegan a operar, obtienen lo que buscan y se regresan a sus países con una visa de turista y entonces buscamos fantasmas”.