La Procuraduría General de Justicia capitalina ofreció una conferencia de prensa en la que descartó que el móvil del asesinato fuera un crimen pasional e indicó que la delincuencia organizada sería el presunto móvil de agresión.
Ulises Lara López, vocero de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, señaló que fue un ataque directo contra las víctimas, identificados como Azulay Alon y Jony Beni Sutji, ambos con antecedentes penales.
Explicó que la presunta homicida, en un segundo interrogatorio, cambio su declaración inicial del crimen pasional.
Dijo que, con las declaraciones relevantes para la investigación, se está tratando de determinar el estatus migratorio de las víctimas.
Lara López también señaló que hubo al menos cuatro agresores en la balacera.
La rueda con los medios se da tras revelarse los presuntos nexos criminales que tenía uno de los israelíes ejecutados, Jonhy Ben, este último identificado en la prensa de Israel como el exconvicto Johny Ben Sutji, Ben Sutahi o Johny Ben Sutchi.
Horas antes, el secretario de seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, confirmó que la investigación ya dio un giro, por lo que la línea de un crimen pasional no se sostiene.
Al preguntarle si se trató de un ajuste de cuentas por narcomenudeo o por una posible venganza, el jefe policíaco detalló: “no podemos establecer que fue un ajuste de cuentas, todo apunta hacia cuestiones más complicadas que este hecho”.