Luego de la captura de Luis Felipe Pérez Flores, el hijo de El Ojos, la alcaldía de Tláhuac amaneció ayer en calma, en la que tampoco se observó un reforzamiento de la vigilancia y el patrullaje a cargo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana local.
Durante un recorrido por las colonias Del Mar, Miguel Hidalgo, Tempeluli, Agrícola Metropolitana y la Unidad La Draga, zona de origen e influencia del cártel de esa jurisdicción, sus pobladores mantuvieron su vida normal, sin alteraciones.
En cambio, visitantes del Deportivo Zapotitlán denunciaron que diariamente es usado como refugio de jóvenes, quienes no se dedican a ejercitarse, sino a consumir drogas y alcohol.
La captura del llamado Felipillo, uno de los hijos de El Ojos, fue comentada por los habitantes de las colonias, mientras se paraban frente a los escasos puestos de periódicos para ver las portadas de los diarios, en las que se daba a conocer la noticia de la aprehensión de uno de los herederos del Cártel de Tláhuac.
Sin embargo, la información no alteró para la nada la vida de los pobladores de dichas colonias, en las cuales menudean las mantas para amenazar a los ladrones, de que son vigilados y en caso de que sean sorprendido robando, se les canalizará a las autoridades o de plano lo van a linchar.
El panorama es muy diferente al que se vivió en Tláhuac en julio y agosto de 2017, después de que Felipe de Jesús Pérez El Ojos fue abatido durante un operativo de la Armada de México en una casa de la colonia La Conchita Zapotitlán.
Entonces, la Armada de México se mantuvo en esa área durante casi una semana, la Secretaría de Seguridad Pública reforzó la seguridad con patrullajes constantes en la zona de influencia y origen del Cártel de Tláhuac.
Cabe destacar que en contraste con 2018, donde se registraron durante todo el año solo 29 denuncias por este delito, en lo que va del 2019 suman 304 en las 16 alcaldías. La Procuradora Ernestina Godoy indicó que aún no han indagado si en estas cifras existe el maquillaje como ocurrió con otros delitos.