Choferes por aplicación que trabajan en el Valle de México se manifestaron en contra de la reforma laboral que pretende regular sus actividades mediante su incorporación al seguro social y con mayores obligaciones fiscales.
Desde las 11:30 horas, conductores se reunieron en el teatro San Rafael con dirección al Ángel de la Independencia y posteriormente a la Secretaría de Gobernación, para solicitar ser integrados en mesas de diálogo con las autoridades involucradas en la reforma.
Los inconformes aseguran que la reforma los sujetaría a un patrón, obligándolos a cumplir jornadas de trabajo y a pagar más impuestos, cuando muchos de los choferes trabajan en sus tiempos libres, debido a que atienden a sus familias. Por ello, piden a las autoridades mantener la regulación de los conductores tal y como está actualmente.
Afirmaron que hay muchos conductores de la tercera edad que, además de que su trabajo de choferes es su principal ingreso, requieren de organizar sus horarios, por cuestiones de salud.
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Patricia Quiroga y Azucena Cruz son madre e hija, ambas son conductoras de aplicación. En entrevista con El Sol de México, Patricia comentó que al no tener estudios y, a su edad "ya no me dan trabajo en ningún lado", por eso su trabajo de conductora por aplicación ha sido su principal fuente de ingresos en los últimos nueve años.
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Azucena, hija de Patricia, detalló que su trabajo le permite llevar a su hijo a la escuela. Por las tardes da servicio de chofer y, de regreso a su casa, revisa las tareas de su hijo.
Diomara Carrasco es chofer desde hace siete años en las aplicaciones. Señaló que como conductora sus ingresos son variables y de ellos debe descontar lo que gasta por el mantenimiento de la unidad y la gasolina.
"Sabemos que el combustible aumenta y aumenta y todo corre por nuestra cuenta, y los vehículos son de nuestra propiedad y gastamos en todo lo que con ello genere como las refacciones y composturas. En un mes bueno son como cinco mil pesos por semana, de ahí tendríamos que descontar el 50 por ciento para gasolina y mantenimiento del vehículo", detalló.
Expuso que, en la reforma, deben considerarse las situaciones particulares de los conductores y los repartidores, para no ponerlos en la misma bolsa, ya que sus servicios y riesgos son diferentes.
Ramón Hernández indicó que antes de pensar en cambiar el sistema de seguridad social para los choferes, las medidas gubernamentales deberían ser para la seguridad pública, debido a que constantemente son víctimas de la delincuencia.
Comentó que en la Ciudad de México hay verificaciones administrativas, para que las unidades cumplan con los requisitos correspondientes, pero faltan reglas que protejan a los choferes de robos.
Luis Prado, quien tiene 59 años y nueve como chofer de aplicación, señaló que, al padecer una discapacidad, ser conductor es el único empleo que le permite tener mejores ingresos. Sobre la reforma, opinó que hay muchos conductores que no pueden trabajar 40 horas a la semana, como lo plantea la propuesta como jornada laboral, y otras más superan ese rango.
Aprobar la modificación a la Ley Federal del Trabajo les quitaría la posibilidad de trabajar con libertad, sostuvo.
Repartidores también quieren libertad total
Repartidores de aplicaciones integrados a la organización Repartidores Unidos de México coincidieron con los choferes en que haya un esquema dual, para que los que puedan trabajar 40 horas a la semana accedan a los derechos laborales propuestos y, los que no las cumplan, sigan trabajando de forma independiente.
La organización indicó que, si se deja la propuesta tal y como está, los repartidores que laboren menos de cinco días a la semana, que son particularmente madres solteras, estudiantes o que tienen otro empleo, tendrían una carga mayor en los impuestos que deben pagar, lo que se traducirá en tarifas más altas para los usuarios.
“Queremos que se nos mantenga el mismo esquema fiscal actual, que se establezca que vamos a pagar lo mismo que ahora y no se nos convertirá en asalariados pagando casi 35 por ciento de nuestro dinero en impuestos”, indicó la organización en un comunicado.
Desde 2021, el entonces gobierno de Claudia Sheinbaum en la ciudad aprobó un impuesto de 2 por ciento para las aplicaciones, por el uso de calles y avenidas capitalinas; sin embargo, las aplicaciones se ampararon ante esta medida.