El ajolote es un anfibio de México que está en “grave peligro de extinción” por la destrucción que el ser humano ha hecho de su hábitat con la urbanización, la contaminación del agua y la introducción de peces exóticos en la zona donde viven, que son los canales de Xochimilco, alertó en su gaceta la Universidad Nacional Autónoma de México.
“En 1998 existían 6 mil ajolotes por kilómetro cuadrado, mientras que en 2014, sólo había 34 en ese territorio (por kilómetro cuadrado)”, dice la investigación realizada por el catedrático de la UNAM, Luis Zambrano González y el Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología.
Zambrano González advirtió que con el cambio climático y el poco apoyo a los habitantes de Xochimilco han afectado los ecosistemas de la zona, afectando la producción de alimentos y dañando la calidad de vida en donde se desarrollan los ajolotes.
“Xochimilco nos puede dar unos 20 oor ciento de alimentos a los habitantes de la Ciudad de México, si logramos reactivar el ecosistema y que los chinamperos sigan haciendo su trabajo”, dice Zambrano en la investigación.
En la investigación se aclara que las “Chinampas-Refugio” son un modelo de restauración ecológica que busca la unión, la mejora de la calidad del agua y la conservación de la biodiversidad nativa de Xochimilco.
Los canales de Xochimilco han servido por muchos años para que los ajolotes se reproduzcan de manera libre, aunque en el siglo xvi, vivían en todo el complejo laguna que abarcaba los lagos de Texcoco, Xochimilco, Chalco y sus conexiones con los cuerpos de agua de Zumpango y Xaltocán.
“La restauración del lago de Xochimilco y la conservación de su biodiversidad son de suma importancia para la futura reintroducción y preservación del ajolote mexicano”, enfatiza la investigación de la UNAM.
Esta investigación destaca que es fundamental salvar al ajolote, que está en grave peligro de extinción, pues más de la mitad de las 33 especies reconocidas, son sólo mexicanas.
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La UNAM se ha enfocado en apoyar a chinamperos y agricultores de Xochimilco para recuperar el ecosistema de los canales y estimular la producción de alimentos que se dan en la zona.