El candidato del Partido Humanista a la Jefatura de Gobierno descarta que la construcción de un nuevo aeropuerto sea un problema; le preocupa más la recaudación que perderá la capital por el cierre de operaciones de la pistas del Benito Juárez.
Marco Rascón Córdova no duda, entre el fútbol y las luchas, prefiere el pancracio.
Para los capitalinos tampoco es una sorpresa, pues aún está vigente en lo muros de la Ciudad de México el escudo de Superbarrio Gómez.
El activista marcado por septiembre, que se erigió como un superhéroe a partir del terremoto de 1985, forjó una carrera política con la que se abrió camino para ser candidato a jefe de Gobierno en las elecciones del 1 de julio.
Entre sus propuestas está el de generar una ciudad nocturna extendiendo el horario a 24 horas para servicios públicos, abasto, financieros y pagos
Para Rascón, el tema del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no es el problema, sino el hueco financiero que dejará cuando cierre el actual, por lo que se tiene que pensar en cómo tener desarrollo económico en la zona.
Sobre qué hacer para estar preparados ante los inminentes sismos, propone una ciudad compacta y construcciones de calidad que realmente se sujeten a la norma.
El candidato, quien abandonó el PRD pues no estuvo de acuerdo en la transformación que tuvo, es un chilango entero y de corazón 'romanesco'; es en la colonia Roma donde encuentra su lugar preferido en la capital, es ahí mismo donde tiene su restaurante en donde se consiente con una de sus pasiones, la cocina.
En la redacción de El Sol de México se sienta a platicar su concepción de ciudad ideal, la quiere convertir en realidad y para la que tiene propuestas viables, surgidas de años de escuchar a la gente y, más allá, de luchar codo a codo con ella.
¿Cómo piensa impulsar la inversión para el desarrollo de una inversión más moderna, segura y resiliente?
Un gran tema trasversal es el valor del trabajo, si es que nos vamos al fondo de lo que es una compensación donde las políticas públicas del gobierno sean más claras y determinantes para una distribución equitativa de todo lo que se genera.
El desarrollo inmobiliario le da una gran sustentabilidad, creo que todo lo que estamos viendo en términos de obras, que a muchos les asusta, es también una buena noticia, porque significa que la ciudad es económicamente atractiva. Esto nos tiene que llevar a que mejores salarios e ingresos, para que miles de personas sean parte de la contribución para una ciudad más segura.
¿Cuál es su política urbana?
El desarrollo urbano tendrá que ser compacto, tenemos que parar lo que es el desarrollo espacial en la ciudad, no podemos seguir atacando el suelo de conservación porque estamos atacando su futuro, hacerla sostenible económicamente, y en movilidad acercar a la gente a su trabajo.
Tenemos que explorar nuestro gran recurso que es el impuesto predial, vamos a desarrollar una política equitativa y la democratización del uso del agua.
Ante la construcción del Nuevo Aeropuerto, ¿qué piensa hacer con el terreno que quedará con el cierre de las actuales instalaciones? Reconstituir el vaso regular de Texcoco.
Ahí creo que se requiere de un gran desarrollo urbano, en el oriente de la ciudad, y acabar eso de la frontera de la pobreza con la frontera sostenible.
Hay un tema grave que tenemos que resolver, el que se vaya el aeropuerto es un hueco sobre las finanzas de la ciudad, del impuesto predial, el impuesto sobre nómina, una cantidad de carácter económico que hoy aporta a la ciudad. Tenemos que ver cómo se va a llenar ese vacío.
¿Cómo prevenir que más casas o edificios se caigan con los sismos?
En 1985 después del terremoto hubo un decreto expropiatorio de cuatromil 800 predios, de los cuales se construyeron cerca de 60 mil viviendas de las cuales ahora en el 2017 no se cayó ninguna.
Hoy se tiene que incrementar la compactación, tienen que ser viviendas con otro tipo de calidad.
En aquel momento (1mediados de los 80) no previmos que la población iba a envejecer, todas las viviendas de remodelación habitacional no tienen huecos para hacer elevadores, no había rampas, el asunto de la discapacidad y el envejecimiento no lo previmos.
Tenemos que pensar qué es lo que vivienda tiene que tener: una compensación y un equilibrio con el suelo, tenemos que hacer viviendas para los seres humanos y no hacer construcciones para los coches.
¿Cómo propone enfrentar el problema del agua?
El problema del agua no es asunto de plomeros, es un asunto de una visión de Estado.
El gran recolector del agua se ha estado hundiendo.
La ciudad es muy vulnerable precisamente para posibles inundaciones. La capacidad de bombeo y la capacidad que tiene el propio lago de Texcoco está llegando a su límite, lo cual requiere obras sumamente urgentes como el desarrollo y la limpieza de todos los escurrimientos que vienen del poniente y de nuestros propios ríos.
Hay errores brutales como el haber mezclado las aguas negras con las aguas pluviales. En la Ciudad de México sigue lloviendo igual que hace 500 años, el problema es que hemos hecho una ciudad absurda donde toda el agua de escurrimiento pluvial, que era parte de nuestro clima, hoy lo estamos arrojando al Golfo, pero también estamos secando cuanto río cercano.
Ya está rebasado el transporte público, ¿se debe invertir más en el sistema del Metro o del Metrobús?
Se debe invertir en Metro y Metrobús. Hoy tenemos cerca de cinco millones de coches, estamos en un colapso. Todo ese plan de movilidad desde 1976 fracasó, entonces las medidas que se tienen que realizar son importantes.
Tiene que haber tren expreso, tres estaciones de Vaqueritos hasta el Toreo y haber otra tarifa, pero para bajar a muchos automovilistas, que hoy tienen que ir y venir en su coche, debe haber un equilibrio con el gasto de energía para que pueda ser económicamente aceptable.
El Metro puede tener sus expresos, que van únicamente a los puntos de interconexión y otros trenes que van estación por estación
¿Cómo va atacar la inseguridad y el narcomenudeo?
Hay que verlo desde otro punto de vista. Necesitamos separar lo que sería la justicia civil donde se pueda elegir al juez y a un gestor en las unidades habitacionales, por ejemplo, donde no es necesario tener una misma policía y un mismo sistema de justicia que atiende a unos muchachos que están fumando un cigarro de mariguana en la esquina o están atendiendo un conflicto vecinal o el tema de los delitos de alto impacto.
Esto hay que separarlo, tenemos que tener una policía especializada para los delitos de alto impacto, de investigación, pero de alguna manera que le dé secuencia a los problemas de seguridad. La tecnología con la instalación de cámaras y la capacitación de los elementos policiales.
¿Cómo piensa combatir la corrupción?
La simplificación, hay que acabar con las oficinas de las delegaciones y que los trámites sean digitales. Ya se dan las actas de nacimiento vía digital, pero los permisos para desarrollos mercantiles no. Hoy es un gran problema la sobre regulación y esto conlleva a la corrupción.
El que llevara alguna vez máscara y capa, hoy lleva un saco y muestra franco su rostro, que continuamente sonríe. Es una de esas caras que los capitalinos reconocemos, lo recordamos cuando buscó la Presidencia de la República, aspiración que soltó para apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas, quien le apoya en esta contienda.
Sí, abandonó la máscara, pero no la convicción política.