Las alcaldías Miguel Hidalgo y Cuajimalpa, de la Ciudad de México, y el municipio de Huixquilucan, Estado de México, renovaron las acciones conjuntas para blindar de la delincuencia a las zonas limítrofes de las tres localidades y para eso contarán con una fuerza de más de dos mil policías.
El parque Granados fue el sitio donde contingentes policíacos de las dos alcaldías capitalinas y el municipio mexiquense se reunieron para dar inicio a los trabajo de seguridad, luego de que las autoridades dieron el banderazo de salida a las unidades de seguridad.
El objetivo es que las tres localidades tengan un estado de fuerza mayor, un aparato de inteligencia conjunto y coordinación.
Mauricio Tabe, alcalde de Miguel Hidalgo, subrayó que en la seguridad "nadie se puede lavar las manos", porque la delincuencia es el principal enemigo de la sociedad y exigió que las autoridades policiacas que no distraigan sus esfuerzos en temas políticos.
Romina Contreras, presidenta municipal de Huixquilucan, recordó que su municipio, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa también aplicaron en los tres años anteriores un operativo conjunto y que ahora lo renovaron para perseguir el delito eficazmente.
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Por último, Carlos Orvañanos, alcalde de Cuajimalpa, manifestó su disposición para coordinarse con la Secretaría de Seguridad Ciudadana y Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
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