De los mil 300 camiones que conforman la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) de la capital, 670 están fuera de servicio por averías que van desde una llanta ponchada, balatas, frenos, vidrios estrellados, hasta computadoras y sensores dañados, las cuales tienen un costo de reparación de los 2 mil a los 50 mil pesos por unidad.
El sindicato de trabajadores de RTP, representado por el secretario general, Hugo Manuel Bautista, informó que este problema tiene un año, debido a la poca inversión en refacciones y trabajos de mantenimiento mecánico.
“Tenemos un año con 670 autobuses parados, en el transcurso del año algunos los han arreglado, pero ingresan otros. El promedio no baja y estamos afectando a los usuarios”, dijo Bautista.
El sindicalista precisó que las unidades han salido de circulación debido al descuido de las fichas técnicas de cada autobús, es decir, la falta de las revisiones necesarias y la sustitución periódica de piezas o aditamentos, como balatas, frenos, motores, llantas, hasta equipos más complejos, principalmente en modelos recientes que cuentan con computadoras y sensores.
“Hemos trabajado con la ficha técnica del fabricante de cada autobús y nos apegamos a lo que señala el kilometraje para hacer un servicio preventivo y en su momento un servicio correctivo, todos aquellos componentes que tienen una vida útil una fecha determinada y aquí es donde hubo el conflicto con la administración”, señaló Bautista.
El sindicato apuntó que el abandono inició en agosto del año pasado, cuando la administración de RTP descuidó el presupuesto para la revisión de las fichas técnicas de cada autobús -los cuales pertenecen a las marcas Volvo, Dina y Mercedes Benz-, así como del catálogo de refacciones, ya que muchos componentes alcanzan su vida útil en uno o hasta cuatro años. Por ejemplo, señaló, los modelos 2021 no han recibido el mantenimiento que fijaban los fabricantes al momento de ser integrados al servicio.
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Las rutas más afectadas por este problema son las que recorren las partes altas de la ciudad, como Tlalpan, Tláhuac, Xochimilco e Iztapalapa; mientras que en los módulos dos y tres, ubicados en Xochimilco; el cuatro, en Iztapalapa, y el cinco, en Gustavo A. Madero, se acumulan los camiones descompuestos.
Esta situación también afecta a los operadores de la Red, quienes padecen la falta de camiones funcionales y se quedan sin manejar un vehículo algunas veces por semana.
Genaro, quien es conductor de este servicio desde hace más de 10 años, contó que la primera semana de octubre sólo operaron 84 unidades en el módulo dos, el cual dispone de 190 camiones para 20 rutas que atienden a Cuajimalpa, Cuauhtémoc, Tlalpan, Álvaro Obregón y Magdalena Contreras.
“Es desgastante llegar a tu trabajo y encontrar que el camión que manejas ya se descompuso. Tenemos varios horarios como operadores y manejamos varios compañeros el mismo vehículo. Por tanto desgaste, los camiones se descomponen y a nosotros nos dejan sin trabajar, y peor aún, el usuario es el más afectado, porque se queda sin un medio de transporte”, relató.
Los choferes que se quedan sin trabajar se ven obligados a realizar cualquier otra actividad dentro de los módulos, para poder cumplir con su horario laboral.
“Tenemos 104 rutas, en muchas originalmente disponíamos de 50 unidades para dar servicio, la espera para el usuario era de cinco a 10 minutos, pero ahora en algunos contamos con 10 RTP, y ahora la salidas tardan hasta 45 minutos”, detalló Bautista.
Los operadores de RTP confirmaron que aunque los autobuses Marcopolo Torino 2004 ya cumplieron su vida útil de 10 años, establecido por las autoridades locales, la mayor parte de la periferia y centro de la ciudad es sostenido por estos vehículos debido a su durabilidad.
Bautista señaló que de los 670 autobuses descompuestos, 450 todavía se pueden salvar, ya que aún no superan su tiempo de vida. Sin embargo, necesitan 300 millones de pesos para que en dos meses se lleven a cabo los trabajos de reparación y el cambio de refacciones.
Asimismo, se tiene establecida una plantilla laboral de 4 mil conductores, pero hoy se tiene el registro de 3 mil, además de 400 mecánicos y personal capacitado para dar mantenimiento a las unidades, quienes tienen poco trabajo, debido a la falta de recursos y refacciones.
El sindicato también encontró que 80 autobuses que están fuera de servicio tienen autopartes que podrían servir para el resto de autobuses que aún pueden prestar servicio.
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“Queremos llegar a mil unidades operando. Actualmente transportamos a 350 mil usuarios diarios, pero podríamos llegar a los más de 700 mil, ya habíamos logrado esa cifra diaria cuando teníamos la mayor parte de nuestras unidades en funcionamiento”, afirmó el sindicalista.
Anualmente, refirió, se necesitan mil 500 millones de pesos sólo para el consumo de combustible diésel para todas las unidades.
Apenas hace una semana, la Red incluyó a sus operaciones 50 autobuses eléctricos y un módulo de carga, proyecto que requirió una inversión de 470 millones de pesos.