A pesar de los años, en algunos parques de la Ciudad de México sobreviven antiguos juegos hechos de piedra que emulan animales como osos, rinocerontes, caballos, bisontes, jirafas y gorilas, entre otros. Y no sólo son animales, parques de la CDMX conservan bancas de piedra o resbaladillas en forma de pirámide armada con varios kilos de cemento.
En la década de los setenta, fueron instalados para atraer a los niños que acudían a los espacios públicos. Actualmente permanecen en ellos, pero como una muestra del pasado, casi no son usados por niños.
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Aldo Solano, doctor en Historia del Arte, se ha dedicado a documentar los espacios públicos de juego.
“A pesar de que este mobiliario urbano en efecto convivió muy de cerca, de hecho fueron parte de de digamos de un programa de regeneración de la imagen del espacio público, los primeros los animalitos fueron hechos por Alberto Pérez Soria”, cuenta en entrevista con la Organización Editorial Mexicana.
En su libro Playgrounds del México Moderno, Solano explica que estas esculturas-juegos fueron promovidas por el entonces Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), “que se colocaron en guarderías estatales y plazas de unidades habitacionales, aunque su principal destino fueron los parques públicos”.
“La rehabilitación de parques iniciada en 1970 incluyó la fabricación y diseño de mobiliario urbano infantil y la debida planeación y urbanización de estos espacios. Para cumplir con esta vasta tarea se usó la fabricación en serie de juegos de concreto. El tema principal fueron los animales, cuyas formas y proporciones se adaptaron a las necesidades lúdicas de los niños, incluyendo huecos para esconderse y superficies para trepar”, escribe Solano.
Solano Rojas compartió en sus redes fotografías de juegos de piedra localizados en el Parque Popular, también en Cuauhtémoc, las cuales acompañó con un mensaje dirigido a la demarcación, para promover que este mobiliario sea conservado.
“Originalmente la selección de animales fue pensada por Pérez Soria fue sobre todo como un zoológico la temática de animales en juegos en los juegos infantiles es de las más comunes”, cuenta a la OEM.
En la actual Ciudad de México aún resisten estos juegos de piedra, como en el parque Corpus Cristi, en la colonia Guadalupe Tepeyac, alcaldía Gustavo A. Madero. En la misma alcaldía, pero en la colonia Gertrudis Sánchez, hay una pirámide de piedra que convive con juegos de plástico ubicados a un costado de ésta.
También animales de piedra en el Parque Miraflores, ubicado en San Pedro de los Pinos, alcaldía Álvaro Obregón.
Los animales de concreto también sobreviven en el Jardín Toriello, ubicado en Tlalpan, donde perduran bancas de piedra con las siglas grabadas DDF, en referencia al extinto
Departamento del Distrito Federal, así como algunos animales, entre ellos un bisonte y una jirafa.
Aldo Solano ha tratado de que este mobiliario urbano sean declarados patrimonio cultural de la ciudad . “Yo creo que se puede, se puede lograr la declaratoria a través del derecho a la memoria y el derecho al juego. Además de que se tiene que reconocer que esos objetos tienen calidad clásica y física.
“Son testimonios de la historia del urbanismo, del arte y de la arquitectura. Los juegos infantiles sirven sobre todo si tienen niños jugando”, aseguró.
Con los años este mobiliario ha sido reemplazado por juegos modernos con materiales plásticos.
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Como en la plaza cívica Emilio Carranza, donde los rinocerontes y gorilas se extinguieron para dar paso a figuras de los personajes de Mario Bros. Actualmente este parque es uno de los más concurridos de la alcaldía Venustiano Carranza.