Calles enteras del Perímetro A del Centro Histórico no tienen presencia de vigilancia policíaca a la vista, la situación es muy marcada en las vialidades ubicadas en la zona oriente del área, justo detrás del Palacio Nacional y donde hay un movimiento comercial intenso.
El viernes la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, informó que reforzaría la seguridad en el Centro Histórico para combatir diversos delitos, principalmente la extorsión, tras el ataque que sufrió Diana Sánchez Barrios, diputada suplente y lideresa de comerciantes.
El Sol de México recorrió ayer las arterias del Primer Cuadro de la capital, a partir de la Plaza Garibaldi y concluyó en la esquina de Ramón Corona y Anillo de Circunvalación, ya en el barrio de La Merced, para comprobar la presencia de la policía.
La calle de Motolinia en su esquina con 5 de Mayo, donde el jueves pasado un hombre disparó contra Barrios y dos de sus acompañantes, volvió a su vida habitual con los promotores de las ópticas que ofrecen las tarjetas de los negocios y con policías que realizan rondines entre Madero y 16 de Septiembre.
En la Plaza Garibaldi, donde en septiembre de 2018 integrantes de un comando de la Unión Tepito con disfraces de mariachis asesinaron a seis personas y dejaron a siete personas heridas, todos ellos pertenecientes a la Fuerza Anti Unión, los primeros grupos de mariachis deambularon a la “caza” de turistas y la vigilancia corre a cargo de tres carpas de policías, con tres elementos, al menos, en cada una de ellas, mientras que otros tantos patrullan a pie, al pendiente de cualquier incidente.
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Los puestos de vigilancia adscritos al Operativo Garibaldi Seguro colocados uno de ellos en la entrada de la Plaza Montero, otro en el acceso de la calle de Honduras y la otra ubicada casi frente al Tenampa, donde los policías revisan, entre otras acciones, a los tripulantes de la moto que transitan en el lugar.
El recorrido siguió por la calle de Allende por la cual circulan policías en bicicletas hasta República de Perú, en la cual no hay presencia de policías, posiblemente porque en Mariana del Toro y Lazarín y República de Chile, en la llamada Calle de las Novias, hay un módulo en servicio de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Las otras calles visitadas son Belisario Domínguez, Palma Norte y Cuba, sin vigilancia hasta la Plaza de Santo Domingo, donde una patrulla y una camioneta Pick-Up de la Policía Auxiliar que resguardan aparentemente a la entrada del Museo Vivo del Muralismo Mexicano.
Un grupo de policías también custodia las rejas que dosifican el ingreso de personas en el cruce de Donceles y República del Brasil, lo mismo ocurre en la entrada a la zona del Templo Mayor; y obviamente, hay vigilancia de la SSC en la calle de Moneda, aledaña a Palacio Nacional.
La calle de Correo Mayor, a pesar de ser domingo, luce lleno de ambulantes que ofrecen adornos, disfraces y máscaras aterradoras para Halloween y el Día de Muertos, pero de policías nada, y lo mismo pasa en Soledad, Academia, Corregidora, Jesús María, Manzanares y la Plaza Alonso García Bravo con sus puestos del Mundo de la Belleza, Alhóndiga, Uruguay y Roldan.
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La vigilancia policial reaparece hasta República de El Salvador y San Tomás, donde había una patrulla de tránsito y dos policías auxiliares.
Eje Central con su mundo de comercios carece de vigilancia policial a la vista, solamente había una camioneta Pick-up de la SSC con cuatro efectivos armados fuertemente.