El crecimiento exponencial de la Ciudad de México llevó a Miguel Ángel Mancera, siendo candidato, a presentar un proyecto ambicioso: la Zona de Desarrollo Económico y Social (Zodes), esta fue quizá, la promesa incumplida más importante de su administración, y que quedó en la herencia para el próximo gobierno o serán parte de la gran congeladora.
Durante su campaña para ser jefe de gobierno firmó 31 promesas, de las cuales tres no cumplió en absoluto, en 12 tuvo avances significativos y 16 se pueden dar por concretadas.
El pasado 29 de marzo, Mancera Espinosa dio a conocer que presentó ante la Asamblea Legislativa (ALDF) su licencia definitiva para su separación del cargo, y será hoy cuando los diputados locales den trámite final al proceso.
En el arranque de su gobierno, empujó la creación de cinco Zodes, se trataban de grandes complejos que se acoplarían a las necesidades de los habitantes de las regiones en las que se construirían. El primero que trató de generar fue "Ciudad Salud", en la que habría un hospital privado, una escuela de enfermería y medicina, así como una clínica de atención a la diabetes y a la obesidad.
"No es solo un planteamiento urbano, no es solamente una convocatoria a que se invierta dinero, no se busca el desplazamiento de la gente del entorno sino que genera todo lo contrario, hoy estamos hablando de una suma de esfuerzos que da un resultado concreto que es de avance y de mejora de la ciudad”, indicó cuando presentó el proyecto.
El plan estipulaba cinco Zodes en Tlalpan, Avenida Chapultepec, Corredor Reforma, Azcapotzalco y la Doctores con una inversión multimillonaria; tan solo para "Ciudad Salud" se pensaba erogar seis mil millones de pesos. Se llegaron a construir algunos hospitales, sin embargo no el complejo, del resto... nada.
Mejorar la movilidad y el transporte público fue otra de las promesas que no se cumplió cabalmente, pero además algunas acciones generaron inconformidad de la población. Aunque Mancera prometió que saldrían de circulación todos los microbuses de la ciudad, no se llegó a esa meta, aunque sí se redujo el número de unidades y se cambiaron por camiones de menores emisiones contaminantes y que entraron en un sistema regulado de operación.
Las líneas de Metrobús 5, 6 y 7 estuvieron a cargo de su administración, siendo ésta última la que causó polémica, pues intervenía avenida Reforma, lo que inconformó a vecinos, a organizaciones ecologistas que preveían la tala de árboles y a defensores del patrimonio artístico, quienes interpusieron amparos contra las obras, sin embargo no tuvieron éxito y a principios de marzo, un mes antes de la salida del mandatario local, se lanzó la ruta, aunque a medias.
La situación del desabasto de agua no tuvo progreso, si bien se construyeron plantas de tratamiento y de bombeo, el presupuesto destinado para la operación del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) disminuyó cerca de 78%, aunque los recursos recortados provenían de la federación, el gobierno de la capital de la República no pudo subsanar el déficit, lo que frenó en alguna medida el mantenimiento de la red y se reflejó en socavones, reducciones al servicio.
Los tres puntos que no vieron luz en el gobierno de Mancera Espinosa fueron la "Creación de un área que se encargue de atender los requerimientos en materia de servicios urbanos", "Impulsar la modernización y dotación de infraestructura necesaria al Tribunal Superior de Justicia" y "Presentar una reforma de ley para que se dé con mayor claridad al material fílmico que registra esta ciudad cuando es presentado como evidencia".
Entre lo que se concretó, está la primera Constitución de la Ciudad de México, aunque hay artículos que se impugnaron y falta la creación de leyes secundarias, es considerada un logro que abona en la autonomía como entidad.