Toluca, México.- Al despertar por la mañana del pasado miércoles 8 de noviembre, Erick Sánchez, director operativo del Grupo de Paramédicos SUUMA Voluntarios, jamás imaginó que por la noche de ese día sería testigo del terrible accidente automovilístico donde perdieron la vida 10 personas en la México-Toluca, a la altura del kilómetro 14.5.
El voluntario salía del gimnasio cuando le fue notificado el percance vial que generó la movilización de decenas de ambulancias y vehículos de rescate de diversas corporaciones, tales como el ERUM, la Cruz Roja Mexicana, bomberos y otros.
“Empezaron a llegar reportes de usuarios de nosotros a nuestros números de emergencias reportando todos los vehículos que estaban chocados sobre la autopista y por medio de los grupos de emergencia en los que estamos. Yo estaba saliendo del gimnasio, todo nuestro grupo es cien por ciento voluntario y por el horario en que se da el accidente ya no tenemos personal de guardia, sin embargo cuando reportan accidentes fuera de horario tenemos varios paramédicos de nosotros localizados en la zona de Santa Fe”, indicó el técnico en urgencias médicas.
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Una macabra escena
A su llegada, la escena fue aterradora. Varios vehículos con severos daños y un tráiler chocado dejaba ver que el accidente había sido fatal.
En esos momentos ya había personal del ERUM, de la Cruz Roja Mexicana y de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes se organizaban para resguardar la escena y trabajar lo antes posible para la identificar el número de sobrevivientes, a quienes se les daría la atención inmediata.
Los primeros minutos fueron esenciales para dejar de lado los protagonismos y consolidar una coordinación entre corporaciones de emergencia que permitiera agilizar el rescate de los heridos; para ello el ERUM tomó el mando y de inmediato instaló el protocolo correspondiente para organizar al personal paramédico que llegó al lugar.
“Cuando nosotros llegamos todavía había lesionados atrapados y había cadáveres, fue una escena impresionante porque no sólo estaban los vehículos siniestrados sino que también entre las unidades de emergencia que llegaron en dirección de Toluca hacia Ciudad de México, se encontraban todos los vehículos que se percataron del accidente y que trataron de regresar en sentido contrario sobre la misma autopista. Había un caos total”, explicó Erick Sánchez.
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El miedo a encontrar a un amigo entre los muertos
Poco a poco, la organización, adrenalina, ganas de ayudar y trabajo en equipo del personal de las diversas corporaciones dio resultados, pues uno a uno los heridos fueron rescatados y trasladados por medio de los helicópteros del Agrupamiento Cóndores a hospitales cercanos para su atención inmediata.
Vas a ayudar y a la vez vas esperando no encontrarte a un familiar, o no encontrarte a un amigo"
El también Ingeniero Químico sostuvo que lo más 'estresante' de la situación fue el recibir llamadas y mensajes de amigos y compañeros de trabajo para saber la identidad de los heridos y muertos que yacían en el lugar, pues se trata de una zona frecuentemente transitada por gente cercana.
“Cuando estábamos tratando de sacar los lesionados para brindarles la ayuda, recibíamos llamadas de nuestros propios paramédicos que querían saber de gente cercana a ellos que justo estaban por la zona, preguntaban si veíamos ciertos vehículos con ciertas características porque no los localizaban. Fue algo muy fuerte porque es una zona que nuestra gente cercana recorre día a día y vas a ayudar y a la vez vas esperando no encontrarte a un familiar, o no encontrarte a un amigo”, puntualizó Erick.