Insultos, amenazas, corretizas y hasta mordidas de perros deben enfrentar los supervisores y capacitadores electorales (CAES) que recorren el Estado de México en busca de los ciudadanos que habrán de fungir como funcionarios de casilla en las elecciones del próximo 1o de julio, señaló el Vocal Ejecutivo del INE en el Estado de México, Joaquín Rubio Sánchez, quien aseguró que no se descuida el tema de la seguridad.
Indicó que la atención de la Junta Local es apoyar a los cinco mil 450 CAES que andan en campo, a fin de que estén bien resguardado, que hagan bien su trabajo; apoyarlos si tienen algún problema para que, en caso necesario, puedan presentar sus denuncias ante la Fiscalía General de Justicia, que puedan ser atendidos en los centros médicos si sufren alguna caída o mordedura de perro o de algún otro animal.
"Sobe eso estamos, sobre eso han sido nuestros recorridos en las 41 Juntas Distritales, platicando con nuestros CAES y supervisores que tienen que visitar a un millón 521 mil 051 ciudadanos a quienes se les capacitará en la primera etapa y pasar luego a la segunda etapa para tenerlos listos que asuman sus cargos como funcionarios de casilla el 1o de julio", destacó.
Informó que en los primeros dos días de trabajo se registraron los primeros dos mordidos por perros, uno en la zona oriente de la entidad y otro en la zona de Tejupilco, quienes recibieron la atención médica necesaria, “a eso nos enfrentamos, eso es lo normal, compañeros que andan visitando casas en los cerros, se nos resbala uno, se nos luxa, a eso nos enfrentamos”, insistió.
Sobre el tema de seguridad dijo que desde el banderazo de inicio a esta actividad se mantiene una comunicación constante para que los CAES y supervisores electorales puedan recurrir a las autoridades competentes y recibir la atención o el apoyo que requieran.
Por otra parte, en el primer reporte de monitoreo del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), se indica la renuncia y sustitución de 16 monitoristas en diferentes distritos y municipios, principalmente derivado de problemas como los insultos de un vecino en Amecameca cuando el monitorista tomaba fotografías de la propaganda electoral, mientras que en Tlalnepantla, la monitorista detectó que un hombre la seguía mientras realizaba su trabajo.
En Ecatepec un grupo de motocilistas amenazaron con golpearlo si lo encontraban fotografiando la propaganda electoral, además otro monitorista tuvo que levantar, incluso, una denuncia penal por robo; en Naucalpan, los vecinos lo retuvieron hasta que se solicitó el apoyo de una patrulla, mientras en otra colonia la agresión llegó al punto de dañar el dispositivo móvil que se entregó para realizar su trabajo, entre otras causas.