El gobierno del municipio de Cuautitlán buscará el apoyo de la federación y del Estado de México, para generar un proyecto que evite las inundaciones generadas por el agua de un canal que rodea al fraccionamiento Rancho San Blas, informó Aldo Ledezma, presidente del municipio.
El tapón en el canal de riego, que fue el que originó la inundación en el fraccionamiento, fue liberado a través de la instalación de un tubo que cuenta con la capacidad suficiente para drenar el agua hacia su cauce natural, en el municipio de Tultepec.
Durante un recorrido por la zona, el funcionario señaló que el municipio requiere de una certificación por parte de Protección Civil del gobierno estatal y federal, ya que el canal taponeado pertenece a la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Planteó que, en la reunión que sostendrán este lunes a las 12:00 horas con autoridades estatales y federales, encuentren una solución conjunta con la federación y los tres municipios afectados (Cuautitlán, Tultepec y Tultitlán), para generar una obra que prevenga problemas futuros.
“Les pedíamos a ellos, que son los expertos, que nos hicieran las recomendaciones pertinentes para poderlas poner sobre la mesa, también es un tema muy importante, porque no es únicamente una decisión municipal.
“Este canal que fue taponeado pertenece al gobierno federal, a Conagua, a través de la Junta de Riego, y solicitamos también la presencia de ellos para que emitan un dictamen, porque eso es lo importante, efectivamente, se descargan las aguas del municipio en este canal; pero quienes tienen que darnos, en este caso, la opinión más certera y la capacidad que tiene de desfogue es protección civil, por parte del gobierno del Estado, y también del gobierno federal a través de la Conagua”, dijo.
Cuestionado sobre las afectaciones provocadas por las obras del tren suburbano, el presidente municipal comentó que metros adelante de donde se generó el tapón hay trabajos del proyecto de transporte; sin embargo, no puede determinar si el tapón fue hecho para no afectar tales obras.
Detalló que, hasta el 29 de junio, entre 80 y 90 por ciento de los habitantes afectados por las inundaciones regresaron a sus domicilios. Actualmente, el municipio realiza un censo casa por casa; hasta el momento, el gobierno del municipio contabilizó la población afectada en 508 de 731 viviendas.
El objetivo del censo es tener un diagnóstico que permita formular un apoyo económico directo a los vecinos afectados.
“Estamos buscando la colaboración del gobierno estatal y del gobierno federal, es muy importante tanto su presencia, que la hemos tenido, es una realidad, en obras pasadas (…); pero ahora necesitamos, a través de este censo que hagamos, que haya una certificación por parte de protección civil del gobierno del Estado, para que, en conjunto con el gobierno municipal y el gobierno federal, podamos acceder a recursos y poder hacerles frente a las pérdidas económicas que hay”, dijo.
Añadió que no hay pérdidas humanas ni estructurales en los inmuebles, gracias a que fueron menos de 24 horas las que pasaron las viviendas bajo el agua; no obstante, sí hay muchas pérdidas materiales, especialmente muebles, enseres y aparatos.