Desde el 4 de mayo había señales de la mala calidad del aire, cuando la concentración de ozono llegó a 175 puntos, aunque las autoridades descartaron decretar la contingencia; tampoco alertaron cuando los niveles de PM10, aunque no subieron a 150, se mantuvieron por encima de los 100 puntos por 114 horas consecutivas, algo inédito.
Ayer el ozono nos alcanzó. El reporte de la Comisión Ambiental para la Megalópolis (CAMe) decretó la primera contingencia del año en su fase 1, en lo que se considera el final de la temporada de ozono, que inicia a finales de febrero.
"La presencia de un sistema de alta presión que afecta el centro del país y hoy (miércoles) se ha fortalecido, ocasionando viento débil en superficie y escasa dispersión de los contaminantes debido a la estabilidad atmosférica, así mismo se presentan altas temperaturas y mayor radiación solar.
"Como resultado, hoy (miércoles) a las 16:00 horas se registró un valor de 162 puntos en el Índice de Calidad del Aire (166 ppb) en la estación Pedregal, Delegación Álvaro Obregón. Para mañana, el Pronóstico de Calidad del Aire de la Ciudad de México indica que las condiciones continuarán desfavorables para la dispersión de los contaminantes", indicó en el comunicado.
El pasado martes las condiciones atmosféricas ya pintaban para que el aire empeorará, pues ante la falta de vientos y de lluvia, la concentración de ozono llegó a los 147, a sólo tres puntos del límite sin que, nuevamente, se tomaran medidas para prevenir la contingencia desde ayer.
El especialista en medio ambiente, Ramón Ojeda Mestre, dijo a este medio que una de las causas del aumento en los índices es que los gobiernos central y delegacionales aprovechan los últimos meses de gestión para hacer obra pública. Elementos como el cementos o asfalto, explicó, llevan a que estos contaminantes se dispersen y aumenten la polución.