Con mariachis, comida, dulces y oraciones, así es como feligreses de la Santa Muerte celebraron el 1 de noviembre en el santuario ubicado en la colonia Fuentes del Valle, de este municipio, donde se venera una figura de 22 metros de altura.
Crisel Legaria es quien se hace cargo del lugar, en entrevista con El Sol de México platica que el templo fue fundado por su hermano hace 15 años, quien fue asesinado, por lo que su mamá se hizo cargo pero a su muerte hace cuatro años se quedó al frente; para ella hacer esto es honrar a su familia.
“Mi hermano fue quien nos inculcó esto, creemos en ella y estar aquí al frente me hace honrarlos, eso es lo que me gusta y ver cuánta gente de diferentes partes viene a visitarnos, hay un señor que desde hace años viene desde Toluca, un día lo intentaron matar aquí a unos pasos y logró salvarse por eso trae comida en agradecimiento y la reparte desde temprano hasta anochecer y el día 2 viene otra vez con más comida”, narra.
Minerva viene de Cuautitlán, entra de rodillas al santuario, de la mano su nieto de siete años y su hija con un bebé en brazos, ella prometió entrar así al santuario si le concedía lo pedido.
“Yo le prometí entrar así y llevarle su ramo de flores, vengo de rodillas desde unas dos cuadras atrás, mi hija se vio muy mal en su parto, yo no quería que mis nietos se quedaran sin su mamá y le pedí a la “niña blanca” que me ayudara y aquí está conmigo”, plática.
La familia de Érika conformada por su esposo y tres hijos asisten a dejarles dulces y flores a la Santa Muerte, le agradecen tener trabajo y salud después de la pandemia.
“Yo desde niña soy creyente, mi papá me lo inculcó y creo en ella. Vengo a agradecerle que tenemos trabajo y sobretodo salud, después de la pandemia podemos estar bien y agradecidos porque nos tiene sanos. Yo le enseño a mis hijos en lo que creo, ya ellos decidirán en qué creer, lo importante es que haya fe”, reveló.
Alejandro viene de una familia católica, cree en Dios pero dice encomendarse a la Santa Muerte para que le conceda favores e interceda ante Dios por él.
“Yo vengo de una familia católica, tengo todos los sacramentos, estoy casado, Dios hace milagros, “Blanca” te hace favores, ella intercede ante Dios por nosotros, le pedimos interceda para darnos más tiempo de estar aquí, que nos deje disfrutar más de nuestros seres queridos. Hoy vengo a agradecerle la salud que tiene toda mi familia después de la pandemia”, señaló.
Dentro del santuario la gente regala comida, dulces, playeras, gorras, incluso hay quien reparte dinero, esto como “manda”.
Mara entrega bolsas con tortas y jugos a quien entra, es el segundo año que visita el lugar.
“Yo soy creyente desde hace 20 años más o menos, pero es el segundo año que vengo aquí; mi esposo tuvo un accidente y estuvo a punto de perder la pierna. Ella nos hizo el favor de estar aquí los dos, por eso hacemos esto, fue nuestra promesa”, explica.
En el lugar, el 1 de noviembre se celebran dos misas en honor a la Santa Muerte, permanece abierto toda la noche y se ora para recibir a los muertos.
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“Nosotros le rendimos homenaje a la Santa Muerte y también recibimos a nuestros muertos, de quien no pudimos despedirnos, a quien no le alcanzó el tiempo de decirnos adiós es el momento aquí para la despedida, decirles que los amamos y los extrañamos. Esta oración de la noche es bellísima, se alumbra todo”, finalizó Crisel Legaría, encargada del santuario.