El problema de los huérfanos que ha dejado la ola de feminicidios en el Estado de México, a los cuales no se les da seguimiento, en cualquier momento “nos va a estallar”, advirtió la doctora Patricia Valladares, quien aseguró que estos niños son doblemente víctimas cuando el papá mata a su mamá. Por ello es urgente garantizarles una mejor calidad de vida, libre de violencia.
En entrevista, la creadora del Programa Institucional de Investigación y Atención de la Violencia (PIIAV) de la FES Iztacala, aseguró que el Estado mexicano debe tomar las riendas de este asunto, en donde son los huérfanos del feminicidio los que a final de cuentas quedan en el olvido.
La académica señaló que en un documento denominado, “La violencia contra las mujeres en México”, elaborado por la Secretaría de Gobernación, Inmujeres, y el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, se indica que desde diciembre de 2018 y hasta junio pasado, hubo un promedio de diez casos de mujeres asesinadas por día, y como consecuencia, al menos 19 niños y adolescentes quedaron huérfanos cada 24 horas.
De los 4 mil 245 niños, niñas y adolescentes que quedaron en orfandad, señalados en el documento, el mayor número de casos está en el Estado de México, con 483, le sigue Jalisco, con 334; Guanajuato, 313; Baja California, 276, y Ciudad de México, 263.
“Lo peor que le puede pasar a un ser humano, es perder a su madre y más en México, donde se tiene una sobre valoración de la figura materna, en tanto el vínculo entre madre e hijo es muy especial e íntimo”, detalló la especialista.
Afirmó, que cuando un menor observa que su padre es quien mata a la mamá, la tragedia es doble, porque cuando se llevan a su papá, lo privan de toda seguridad, “este es el odio con que van a crecer los niños, convirtiéndoles en posibles agresores de mujeres cuando crezcan”.
Patricia Valladares afirmó que los pequeños pueden reproducir los patrones que ven en su familia o bien volverse una especie de vengador.
La investigadora universitaria aseguró que en estos casos hay una tragedia nacional, porque no hay seguimiento para los niños huérfanos de los feminicidios en el país y que son como invisibles.
“Hemos avanzando en reconocer este delito, como problema que afecta a todo el país, que es un adelanto, pero nos hemos olvidado de los pequeños que se quedan sin familia y que muchas veces son canalizados al DIF”.
Recordó que el 70 por ciento de las mujeres asesinadas en los municipios mexiquenses, son personas cercanas a sus agresores y no tienen que ver con la delincuencia o el narcotráfico.
Hace una semana la Comisión de Derechos Humanos estatal aceptó que las marchas son un grito desesperado contra la violencia sistemática, normalizada y desorbitada que viven las mujeres. El ombudsperson, Jorge Olvera, enfatizó que erradicar este flagelo debe permanecer en los primeros lugares de la agenda.