Dos denuncias, por extorsión y daño moral, presentó el presidente municipal de Tlalnepantla, Raciel Pérez Cruz, contra la empresa de grúas ACME, ya que abusan de los automovilistas y transportistas, cobran lo que quieren, y además porque lo señalaron de recibir dádivas.
El edil mencionó que el viernes de la semana pasada, la empresa utilizó su personal para manifestarse en el Palacio Nacional, en la que lo acusaron de haber prometido trabajar con ellos, pero negó los hechos y acudió a la Fiscalía del Estado de México para proceder legalmente.
“Porque lo más valioso que tengo es mi honestidad no puedo dejar pasar por alto ese tipo de expresiones” expresó al indicar que está consciente de que su responsabilidad es temporal, y que cuando termine seguirá trabajando.
Informó que las dos denuncias ante la Fiscalía General del Estado de México están dirigidas contra Guillermo García Salmerón, Gabriel Jiménez Jiménez, Hugo Piz Hernández y Rodolfo Soto Gómez, que se ostentan como dirigentes de ACME.
Señaló que el tema de las grúas es del gobierno del Estado de México, porque es quien da las concesiones. “Sabemos bien que durante muchos años se incubaron intereses, de tal manera que se trata de grupos que abusan de la ciudadanía, cobran lo que quieren y prestan un servicio irregular”, apuntó.
Entre las irregularidades de los grulleros citó que cuando los automovilistas no tienen recursos para saldar sus cuentas, los llevan al Ministerio Público y abusan de todos los que transitan por esta ciudad, “no estamos a favor de la extorsión hacia automovilistas o transportistas, porque hasta suspendimos las infracciones.
El primero de enero el edil anunció que fueron suspendidas las infracciones, y hoy expresó que “hace unos días, solicitamos y fue aprobado por Cabildo que no se cobren multas en territorio municipal” por otros tres meses más.
Aceptó que hay elementos, son pocos, que no han entendido que este gobierno no aceptará abusos ni extorsiones hacia automovilistas, y agregó que los elementos de Tránsito tienen la instrucción de conminar al respeto del Reglamento, “pero no hay multas, y no permitimos que los agentes de Tránsito abusen de los ciudadanos, tampoco aceptamos que un grupúsculo, prepotente abuse de la ciudadanía”.