Como una política de moda, que va a generar un mercado negro y va a mermar los ingresos de tienditas, así describe la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) a las iniciativas que impulsa Morena en el Congreso de la Ciudad de México para prohibir la venta de alimentos industrializados, de alto contenido calórico y bebidas azucaradas en escuelas y establecimientos.
Esto luego de que la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México propuso dos iniciativas para prohibir la venta de alimentos industrializados a menores de edad en escuelas públicas y privadas y comercios establecidos. Para ello se planteó reformar la Ley de Niñas, Niños y Adolescentes y la de Establecimientos Mercantiles.
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En entrevista con El Sol de México, el presidente de la ANPEC, Cuauhtémoc Rivera, apunta que la prohibición de vender la llamada comida chatarra a menores de edad podría afectar a los 250 mil pequeños comercios que hay en el Valle de México, pues un 50 por ciento de sus ingresos dependen de manera directa e indirecta de este tipo de productos.
"Es tumbar el ticket a la mitad. No es que sea el 50 por ciento de los ingresos por venderlos, sino que la venta de esos productos genera la venta de otros, la gente no va a la tienda nada más por estos productos, pero al ir por esos productos compran otros y eleva el ticket, al dejar de ir por esta prohibición baja el monto de las ventas", explica el líder comerciante.
De acuerdo con datos de la ANPEC en el Valle de México hay 250 mil pequeños comercios que venden alimentos industrializados como frituras, galletas o refrescos, de los cuales entre 40 y 50 mil podrían bajar definitivamente la cortina como resultado de prohibir la venta de este tipo de productos, aunado al golpe económico generado por la pandemia.
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"No le han calculado bien el agua al charco, se están equivocando y se lo vamos a decir a la jefa de gobierno (Claudia Sheinbaum), a todos los que estén en esto. Si lo hacen que le piensen cómo, porque así como va la cosa están legislando al vapor, a espaldas de la gente, sin medir consecuencias y más que una acción legislativa es una acción autoritaria", advierte.
Considera que con la prohibición se corre el riesgo de que se genere un mercado negro: "las ventas se van a seguir haciendo, porque el consumo va a seguir existiendo. Están mandando a la gente a comprar a las calles y a los cruceros. Incluso lo compara con la prohibición del alcohol en Estados Unidos en los años 20 del siglo pasado: se generó un mercado negro boyante, eso es lo que pasa con las prohibiciones", dice.
Aplicar lo que ya existe
Para Cuauhtémoc Rivera las propuestas de Morena son una política de moda a raíz de las declaraciones del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del gobierno federal, Hugo López-Gatell, en el sentido de que la comida chatarra ha generado altos niveles de obesidad y la pandemia pasó factura a las personas que padecen esta enfermedad.
Esto ya que, asegura, desde 2013 se prohibió la llamada comida chatarra en escuelas públicas y privadas, pero esto es letra muerta ya que no se observa su cumplimiento. Se refiere a que, como parte de la reforma educativa, se adicionó el artículo 24 bis a la Ley General de Educación –que aplica para todo el país– a través del cual se reguló la venta de comida chatarra en planteles desde preescolar hasta universidad, pero esto no se cumple.
De acuerdo con la plataforma Mi escuela saludable –desarrollada por El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia– en el ciclo escolar 2018-2019 recibieron reportes de cuatro mil 137 escuelas de todo el país en las que en el 74.1 por cuento se vendieron refrescos, en el 97.8 se vendió comida chatarra y en 74.8 por ciento no hubo venta de frutas o verduras.
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Al respecto el presidente de la ANPEC es tajante: "si realmente les preocupa la salud de los menores lo primero que tenemos que hacer es echar a andar lo que ya se votó en 2013 y que debió aplicarse en 2014 y que no se observa, que es que prohibir estos productos en las escuelas públicas y privadas de educación básica, media y superior. Esto no se respeta".
Y sentencia: "todo lo que apueste a mejorar el hábito de consumo por la vía de la educación y no de la prohibición, nosotros lo vamos a apoyar: educar a niños, jóvenes y adultos. Lo que prohíbes lo promueves".
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