TLALNEPANTLA DE BAZ, Méx. Ante el riesgo de un nuevo derrumbe de rocas en el cerro del Chiquihuite, la búsqueda de tres personas que se encuentran entre los escombros de piedras fue compactada. Ocho células de rescatistas integradas por dos especialistas y un canino se han distribuido la zona para evitar otro desgajamiento.
En su cuenta de Twitter, el coordinador general de Protección Civil del Estado de México, Samuel Gutiérrez Macía, escribió: "Células compactas con binomios caninos continúan las labores de búsqueda de personas en la colonia Lázaro Cárdenas Segunda Sección, municipio de #Tlalnepantla, en donde la tarde de ayer (viernes) se registró un desprendimiento en el cerro del Chiquihuite".
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Desde la noche del viernes los trabajos de búsqueda fueron suspendidos ante el informe de especialistas sobre la posibilidad de un nuevo derrumbe en la zona.
El coordinador de socorros de la Cruz Roja Mexicana, Gabriel López Mejía, informó ayer al mediodía que por el momento no existían condiciones favorables para las labores de búsqueda y rescate.
Explicó que trabajaban sólo ingenieros especializados en materia estructural, quienes elaboraban el análisis de la zona para planear los trabajos de rescate.
"Por el terreno inestable paramos la búsqueda y rescate, no hay que exponer al personal, del otro lado la población que viene ayudar, se suspendieron la noche de ayer, hoy estamos con el Ejército y la Marina y se ha determinado que no vamos a continuar ninguna labor de búsqueda y rescate", declaró a medios.
Ante esto, vecinos y familiares de los afectados increparon a las autoridades para exigirles retomar los trabajos de rescate o de lo contrario dejarlos pasar para retirar las piedras y la tierra.
"Vean a las personas afectadas, sus niños siguen adentro y ustedes vienen y dicen váyanse, váyanse, no se vale señores.
Disculpen porque nosotros estamos desde la una y media de la tarde y ustedes se fueron. Nosotros seguimos aquí, seguimos pidiendo que saquen a las personas que se encuentran ahí", fue parte de los reclamos hacia las autoridades que custodiaban el sitio y no permitían el acceso.
Ante este reclamo, ya para la tarde se decidió que ingresaran sólo pequeños grupos de rescatistas apoyados con perros rastreadores que cubrirían determinadas zonas.
Cuando entraron de nuevo a la llamada Zona Cero ya se había apuntalado la piedra gigante de más de seis metros de espesor que quedó frágil y amenazaba con rodar de nuevo en la pendiente en la que se encuentra, en plena zona habitacional. De la misma manera fueron aseguradas otras rocas El saldo: una mujer fallecida, otra herida, tres desaparecidos y 10 casas destruidas.
DEFORESTACIÓN Y ASENTAMIENTOS IRREGULARES
"El Cerro del Chiquihuite es un ejemplo de lo inadecuado que puede ser el establecimiento irregular de cientos de familias a lo largo de áreas no aptas para zonas habitacionales", indica un estudio realizado por el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cual ya alertaba sobre el desprendimiento de rocas debido a asentamientos irregulares y deforestación en la zona.
Este deslizamiento de piedras no ha sido el único evento de este tipo en el Cerro del Chiquihuite, pues en 1998 y en 2000 se registraron otros debido a la erosión causada por la urbanización de la zona, así como las fuertes lluvias que ocasionan el reblandecimiento de la barranca.
"Uno de los hechos que marcaron el inicio de acciones de mitigación de peligro más recientes fue la caída de un bloque de roca en 1998, que rodó y afectó varias viviendas en la calle Coatlicue, en la colonia La Pastora.
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"Un año después, las autoridades de la entonces delegación Gustavo A. Madero inició la construcción de un muro de amortiguamiento en el Cerro del Chiquihuite", indica el estudio de la UNAM que analizó la zona de 2000 a 2005.
Desde entonces, el estudio alertaba sobre las posibles afectaciones en la zona baja, y puntualizó que estas condiciones de deforestación, erosión y urbanización (asentamientos irregulares) provocarían una desestabilización del talud en la ladera Occidental del Cerro del Chiquihuite, por lo que probablemente la recurrencia de deslizamiento de piedras sería mayor.
Esto, según el estudio, afectaría a la mayoría de las cerca de cuatro mil 500 personas que habitan el Cerro del Chiquihuite, de acuerdo con el Inegi.
"Las fallas y fracturas que cortan al Cerro del Chiquihuite en su ladera poniente conforman una masa de roca de dimensiones regionales, que implicaría, en caso de movimiento, la afectación de la totalidad de la colonia La Pastora, con aproximadamente cuatro mil familias asentadas", indica un reporte de la Gustavo A. Madero en el Atlas de Riesgo 2020.
La GAM estableció en ese informe que realizó trabajos de mitigación en la zona para evitar deslaves. Con información de Fernando Solís | El Sol de Toluca