Taladores clandestinos acechan el Ajusco

Comuneros denunciaron esta práctica pero las autoridades capitalinas dicen no la han detectado

Manuel Cosme | El Sol de México

  · lunes 20 de mayo de 2019

En el Valle de la Cantimplora hay evidencia de esta práctica / Foto: Ernesto Muñoz

Taladores clandestinos del Estado de México incursionan en el Ajusco para devastarlo, así lo han denunciado comuneros a la Secretaría del Medio Ambiente, informó su titular Marina Robles García.

Durante una entrevista, la funcionaria reconoció que ellos directamente no han detectado una situación así y que no podría afirmar que las zonas boscosas de Milpa Alta enfrenten una invasion similar.

La funcionaria fue entrevistada, luego de que Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México entregó apoyos a comuneros de Milpa Alta. En esa alcaldía, se refirió a los asentamientos irregulares en la zona del Ajusco y expresó que varias dependencias de la administración capitalina trabajan para dar una solución integral a ese problema.

El Sol de México informó el pasado febrero cómo los pobladores han detectado esta práctica que, pese a la voluntad del gobierno local de hacerle frente, no se detiene. Sobre el Valle de la Cantimplora, casi a cinco kilómetros del Ajusco, se observa la tala de árboles y al fondo, hacia el Estado de México, el ruido de las motosierras.

Sobre la carretera el humo de los aserraderos guían hacia el poblado de Xalatlalco, en el estado vecino. En la comunidad se percibe el miedo hablar de los talamontes.

Foto: Ernesto Muñoz

Xalatlaco tiene cinco comunidades, uno es San Juan Tomasquillo Herradura, y Morelos, aquí es donde se trabaja la madera clandestina.

Robles recordó que parte de la política que la jefa de Gobierno marcó desde el inicio de su administración fue mantener los suelos de conservación, debido a su importancia para la capital y por eso se trabaja para recuperar los espacios de ese tipo.

Al respecto, la mandataria local afirmó que desde que empezó su administración se han hecho recuperaciones importantes de suelos de conservación, pues el objetivo es evitar el crecimiento de la mancha urbana en suelo de conservación.

En este sentido, subrayó que se dan apoyos a ejidos y comunidades para que no tengan que vender sus tierras, sus propietarios se dediquen nuevamente a la agricultura y cuiden los bosques.

“Lo que ya no se puede permitir es que siga este fraccionamiento asociado principalmente a un desarrollo inmobiliario ilegal”, concluyó.

Con información de Cecilia Nava