Jorge Sandoval G / El Sol de México
Corresponsal ROMA, Italia.- No es imposible imaginar que ya en2017 el papa Francisco realice un viaje a China, evento quecambiaria la historia no solo de la Iglesia sino de todo elcontinente asiático.
Esta sería la culminación de un cada vez mayor acercamientoentre el Vaticano y Pekín, considerando que, según indiscrecionesperiodísticas, por primera vez desde la ruptura de las relacionesdiplomáticas entre la Santa Sede y la República Popular, hacemás de sesenta años, corresponderá al jefe de la IglesiaCatólica nombrar a los nuevos obispos de las sedes vacantes enChina.
Con base en lo que escribe en su edición en internet elcotidiano “Corriere della Sera” (el de mayor circulación enItalia), este sería el fruto de un intenso y discreto trabajodiplomático iniciado en medio de grandes desconfianzas ydificultades durante el pontificado de Benedicto XVI, que haproseguido tras la elección de Jorge Mario Bergoglio.
Según el diario italiano “varias veces en los últimos mesesdelegaciones pontificias han sido recibidas en Pekín y enviadoschinos han atravesado los muros apostólicos”, precisando que lasemana pasada se volvieron a reunir ambas partes en el Vaticanodurante dos días.
“Por ahora -se precisa- ha habido un acuerdo acerca de lavieja y espinosa cuestión relativa al nombramiento de los obispos,que es prerrogativa del Papa a quien los pastores debenobediencia.
El resultado es que Pekín sometería al Vaticano una lista denombres “gratos” al Estado pontificio, y entre estos, el Papaidentificaría y anunciaría el nombre del elegido.
Hasta ahora era la llamada Iglesia Patriótica, es decir laorganización oficial de los fieles católicos dependiente delGobierno de Pekín, es la que elige y nombra autónomamente a losobispos sin consultar mínimamente a la Santa Sede. Se recuerda queJuan Pablo II había recordado que los pastores elegidos de estamanera se habrían tenido que considerar automáticamenteexcomulgados.
Bajo el pontificado de Benedicto XVI se llego a un mecanismomás aceptable para Roma, o sea la Iglesia Patriótica habríaelegido a los nuevos obispos en base a una lista grata en SanPedro. Un proceso que llevó a Joseph Ratzinger a declarar que la“casi totalidad” de los obispos nombrados en China están en“plena comunión con la Santa Sede”.
Contemporáneamente, el Vaticano tendrá que dejar de reconocera Taiwán, condición absoluta impuesta por la República populara quien quiera enviar a un embajador bajo la Gran Muralla.
Actualmente, incluyendo a la Santa Sede, son 23 los países quetienen relaciones con la “isla rebelde” y con la “MadrePatria”.
En este contexto, el “Corriere della Sera” escribe que“optimisticamente, ya a fines de este año se anunciaría elrestablecimiento de las relaciones diplomáticas.
De ser así, se podría hipotizar un viaje de Francisco a Chinaen 2017. Sería el primer Pontífice en visitar este país, quecuenta con 4 millones de católicos inscritos a la IglesiaPatriótica y sobre todo con 16 millones de fieles de la Iglesiaclandestina, considerada fuera de la ley y oficialmente subversivapor su fidelidad a Roma.