- Violencia en América Latina supera los 261 mil mdd, revela elBanco
- Piden invertir en combatir la corrupción para frenar sucrecimiento
En México, los costos sociales tanto para la iniciativa privadacomo para el sector público ocasionados por el crimen organizadoalcanzan la extraordinaria cifra de más de 16 mil millones dedólares y representa el 1.92 por ciento del PIB, señaló unestudio elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo(BID).
En tanto, para el Institute for Economics and Peace (IEP),“hay que empezar a invertir en combatir la corrupción ycontinuar con el Nuevo sistema de Justicia Penal, antes de que elimpacto económico de la violencia siga creciendo”.
Los costos anuales del crimen y la violencia, tanto públicoscomo privados, estimados para toda la región latinoamericana y ElCaribe alcanzan los 261 mil millones de dólares, lo que duplica elcosto de los países desarrollados, informó la instituciónfinanciera, estimando que el costo anual directo del crimen y laviolencia en América Latina y el Caribe asciende a 3.55 por cientodel PIB de la región, cantidad que duplica el promedio de paísesdesarrollados y equivale al total que la región invierte eninfraestructura.
Es, además, equivalente a los ingresos del 30 por ciento de lapoblación de menores ingresos de la región, lo que subraya elgrave impacto que la delincuencia tiene sobre el desarrollo de lospaíses.
“El crimen y sus costos: nuevaevidencia y hallazgos en América Latina y el Caribe” marca unhito para cuantificar costos del crimen comparables para 17 paísesde la región, y referenciados contra seis paísesdesarrollados.
El crimen y la violencia alcanzan niveles que se acercan a unacrisis. La región tiene el nueve por ciento de la poblaciónmundial, pero registra un tercio de las víctimas de homicidios anivel global. Es la región más violenta del planeta, fuera de laszonas de guerra. Seis de cada 10 robos son cometidos con violenciay el 90 por ciento de los homicidios no son resueltos. Suscárceles están entre las más hacinadas en el mundo.“El crimen ha llegado a niveles alarmantes en muchospaíses”, dijo Ana María Rodríguez, gerente del Departamento deInstituciones para el Desarrollo del BID.
“Al aportar cálculos de los costos de la violencia a nivelregional, subregional y nacional, el estudio facilitará una mejorasignación de recursos por parte de los gobiernos y las agenciasmultilaterales de cooperación, así como el diseño de mejorespolíticas para controlar y prevenir el crimen”.
Los costos del crimen y la violencia en la región ascienden, enpromedio, a 3.55 por ciento del PIB en América Latina y el Caribe,comparado con 2.75 por ciento en los Estados Unidos, 2.55 porciento en el Reino Unido y 1.34 por ciento en Alemania. Si laregión acercará sus costos del crimen al nivel de los paísesdesarrollados, podría aumentar su inversión en infraestructura enun 50 por ciento.
El BID compone entre partes el costo del crimen: Los costossociales incluyen victimización letal y no letal, y los ingresoscesantes de la población carcelaria: 0.64 por ciento del PIB; Losgastos del sector privado (hogares y negocios) en seguridad: 1.37por ciento del PIB y Gastos fiscales, incluyendo las policías ylas cárceles: 1.51 por ciento del PIB.
Los estimados son conservadores al incluir los costos directosdel crimen: los gastos públicos y privados, y los costos sociales.No incluyen costos indirectos como los cambios en el comportamientode las personas debido al miedo al crimen o los impactos de laviolencia en la salud de la gente.
El gasto público en las áreas que tienen que ver con laprevención y control del crimen en América Latina y el Caribe essimilar al gasto de los países desarrollados como Estados Unidos yReino Unido. No obstante, el gasto es una porción mucho mayor delos presupuestos públicos, y los gastos privados en la prevencióndel crimen es muy superior al de los países desarrollados, segúnindica el estudio.
El estudio contiene capítulos que analizan los costos delcrimen en Brasil, el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala,El Salvador y Honduras) y el Caribe. Utiliza metodologíasinnovadoras para calcular los costos directos de los homicidios ylos ingresos cesantes de sus víctimas (0.36 por ciento, o un costoanual de 10 mil 500 millones para el período 2014-2015).
El informe demuestra cómo la distribución del crimen en laregión es un fenómeno desigual, tanto entre los países como ensu interior. Por ejemplo, Estados brasileños con altas tasas decrimen como Alagoas y Ceará tienen costos y tasas más alineadascon países del Triángulo Norte. Lugares más seguros como BelloHorizonte y Sao Paolo tienen números más cercanos a Chile yUruguay.
El estudio también destaca los elevados costos de las altastasas de encarcelación en América Latina y el Caribe. Para elperíodo 2010-2014, la región gastó 6 mil 500 millones dedólares al año para construir y mantener cárceles. Losindividuos encarcelados sumaron ingresos cesantes de 7 mil 300millones de dólares al año. Ambas cifras suman 0.39 por cientodel PIB, superando la suma que los gobiernos transfieren a loshogares más pobres mediante las transferencias condicionadas dedinero.
Los países que más invierten en cárceles no necesariamente sebenefician con menos delincuencia. Las Bahamas y El Salvador, porejemplo, invierten altas sumas como porcentaje de su PIB en sussistemas penitenciarios, pero sufren de elevadas tasas dedelincuencia. Argentina y Uruguay, por otra parte, tienen menoresniveles de encarcelación y niveles de crimen más bajos.
Los costos de la violencia contra la mujer en América Latina yel Caribe son el doble del promedio mundial, y el estudio apunta aposibles vías de mayor investigación en el futuro sobre violenciade género. La investigación también incluye capítulos sobre elcibercrimen y el crimen organizado.