Casi 50 millones de niños viven fuera de sus lugares de origen,de los cuales, 28 millones huyeron de sus hogares por la violenciay los conflictos dentro de sus países y fuera de sus fronteras. Deéstos, 10 millones son refugiados; un millón solicitaron asilo,cuyo estatus aún no se determina y 17 millones han sidodesplazados dentro de sus propios países.
Se trata de un porcentaje nunca antes visto y que va en aumento.Y aunque representa un tercio de la población mundial, constituyencerca de la mitad de todos los refugiados. Todos tienen unanecesidad extrema de recibir ayuda humanitaria y acceso a serviciosesenciales.
En el 2015, alrededor del 45 por ciento de todos los niñosrefugiados bajo protección de la Agencia de las Naciones Unidaspara los Refugiados –ACNUR-, procedían de Siria yAfganistán.
En el caso de México, cada año miles de niñas y niños viajansin la compañía de un adulto a través del territorio nacionalprovenientes de Honduras, Guatemala, El Salvador y diversos estadosde la República.
Las cifras de niños centroamericanos migrantes a 2015 era de 35mil 704 de los cuales 18 mil 650 iban solos.
Así lo revela el nuevo informe de UNICEF: “Desarraigados, unacrisis creciente para las niñas y niños refugiados ymigrantes”, que describe un panorama desolador sobre la vida ysituación en la que se encuentran millones de niños y susfamilias, afectados por conflictos violentos, sistemas deprotección débiles o inexistentes y otros problemas que losobligan a huir arriesgando su vida, en vez de permanecer en suslugares de origen.
Se dice que millones de niñas y niños han tenido que migrarsolos o con sus familias con la esperanza de encontrar una vidamejor.
Traumatizados por los conflictos y la violencia, los menorestienen que enfrentarse a muchos peligros en el camino, como elriesgo de ahogarse en las travesías por mar; sufrir accidentesdurante los trayectos, sufrir desnutrición o deshidratación. Oser víctimas de trata, secuestros, desaparición, violaciones yasesinatos.
Y en los países que atraviesan en los lugares de destino soncon frecuencia víctimas de xenofobia y discriminación.
De acuerdo a este Informe de UNICEF, Turquía alberga el mayornúmero de personas que recientemente adquirieron el estatus derefugiados y posiblemente el mayor número de niñas y niñosrefugiados en el mundo. En relación a su población, Líbano acogeel mayor número de refugiados: uno de cada cinco, en comparacióncon un refugiado por cada 530 habitantes en el Reino Unido y uno decada mil 200 en Estados Unidos.
En todo el mundo, unos 20 millones de niñas y niños migranteshan dejado sus hogares por distintas razones, incluyendo la pobrezaextrema o la violencia. Muchos corren un peligro real de sufrirabusos o de ser detenidos porque no tienen ninguna documentación,porque su estatus legal es incierto y por tanto, no hay seguimientoni monitoreo sistemático sobre su bienestar. Son los niños quenadie detecta. CADA VEZ MÁS NIÑOS MIGRAN SOLOS
Cada vez hay más niñas y niños que cruzan fronteras sin lacompañía de un adulto. En 2015, más de 100 mil menores noacompañados solicitaron asilo en 78 países, el triple que en2014.
Estos infantes no acompañados están más expuestos a sufrirdiversos riesgos, explotación por parte de tratantes y traficantesde personas.
También destaca el Informe de UNICEF que en aquellos lugares endonde hay rutas seguras y legales, la migración puede ofreceroportunidades para los niños que miran y a las comunidades a lasque se integran.
Un análisis del impacto de la migración en los países deingresos altos, encontró que las aportaciones de los migrantes enimpuestos y contribuciones sociales fueron mayores que la ayuda querecibieron. Además, ocuparon vacantes de alta y baja calificaciónen el mercado de trabajo y contribuyeron al crecimiento económicoy la innovación en los países de acogida.
Destaca que un factor fundamental por el cual los menores tienenque huir de sus hogares es la falta de acceso a sus derechos comola educación, salud o tener una familia.
Acerca de esta problemática, señala que un niño refugiadotiene cinco veces más probabilidades de no asistir a la escuelaque un niño no refugiado. Cuando pueden asistir a la escuela, losniños migrantes y refugiados suelen ser víctimas dediscriminación, tratos injustos y acoso.
Refiere que solo en Alemania el año pasado, las autoridadesregistraron 850 ataques a los albergues de refugiados.