Carlos Siula / El Sol de México
Corresponsal
PARIS, Francia. (OEM-Informex).- Por primera vez en la historiade la humanidad, el dinero será gratuito. El Banco Central Europeo(BCE) desplegó ayer su artillería pesada, decidió bajar lostipos de interés de base al 0%, redujo las facilidades dedepósito a la banca al -0.40%, amplió el programa de compra deactivos a 80 mil millones de euros mensuales y se comprometió aadquirir bonos de empresas europeas que tengan grado deinversión.
Al mismo tiempo, la tasa de interés de la facilidad marginal decrédito, a la que presta el dinero a un día, se reducirá encinco puntos básicos, hasta el 0.25%, también a partir del 16 demarzo de 2016. Esto implica que los bancos de la zona euroresultarán nuevamente penalizados y tendrán que pagar una décimamás por la liquidez que depositen en el BCE. El objetivo de estamedida es que el sector incremente el crédito a la economíareal.
Es algo sin precedentes. En la práctica, significa que losbancos podrán tomar créditos gratuitos ante el BCE, explicaOlivier Klein, director general del banco Bred.
Esas tasas muy bajas deberán durar mucho tiempo, al parecerhasta marzo de 2017. En principio no deberán bajar más, aclaróel presidente del BCE, Mario Draghi, en la conferencia de prensaposterior al anuncio.
Ese paquete de medidas anunciado ayer sorprendió a losanalistas y provocó una conmoción en los mercadosinternacionales. En la práctica, constituye un cambio radical deorientación de su política monetaria o más bien una adaptaciónde realpolitik a las exigencias de la situación económica.
Las previsiones de los analistas quedaron cortas ante laamplitud de las decisiones adoptadas por el BCE para incentivar laconcesión de créditos a las empresas en un esfuerzo suplementariopara tratar de reactivar la economía europea, que se encuentraparalizada e incluso al borde de una nueva recesión. Draghicomentó que esperaba mantener estos niveles o incluso más bajosdurante un largo periodo.
La rebaja de la facilidad de depósito supone, sin embargo, unanueva presión para los márgenes de bancos en momentos en el queel sector encuentra numerosos obstáculos para obtener ingresos ymejorar sus rentabilidades. Para compensar este efecto negativo, elBCE no ha seguido los pasos del Banco de Japón, definió unrégimen de diferentes tasas en función de las cantidades. En sulugar, Mario Draghi optó por conceder, a partir de junio, unanueva inyección de liquidez a través de préstamos condicionadosa largo plazo, cada uno con una vigencia de cuatro años.
La concesión de préstamos a cuatro años se realizará cadatrimestre, y la rentabilidad mínima de estos créditos dependeráde qué nivel se sitúe la facilidad de depósito.
A partir de abril, el BCE adquirirá deuda por valor de 80 milmillones en lugar de los 60 mil que venía haciendo hastaahora.
Como colofón a todas estas medidas, Draghi abrió el abanico decompra de activos. A la deuda gubernamental, de regiones yciudades, añade ahora la compra de deuda corporativa. El BCEpasará a adquirir bonos emitidos por empresas no financieras quecumplan con tres condiciones (deben estar denominados en euros,tener grado de inversión y no estar controladas por un grupobancario).
“No tenemos límites”, había dicho Draghi a principios deaño. Y cumplió. Como hizo en 2015 cuando anunció la puesta enmarcha del QE (quantitive easing), Draghi está dispuesto a ayudara la recuperación económica en momentos en que la caída delprecio del petróleo reactivó los temores sobre la deflación.
El BCE bajó sus previsiones de inflación de 1% a 0.1% para2016 y de 1.3% para 2017 -contra 1.6% anteriormente- y 1.6% en2018. El BCE también redujo sus estimaciones sobre crecimiento yahora prevé que el PIB aumentará apenas 1.4% en 2016, 1.7% en2017 y 1.8% en 2018.
Las iniciativas aprobadas tienen como objetivo impulsar lainflación por lo menos a un nivel de 2% y tratar de estimular elcrecimiento.
Draghi aseguró que la decisión de aplicar estas medidas seacordó por abrumadora mayoría, lo que no significa que fueadoptada por unanimidad. En medios financieros se sabe que contócon la oposición del presidente del Bundesbank, Jens Weidmannr.Asimismo, Draghi advirtió que, si estas iniciativas no resultaneficaces, no se ha quedado sin municionespara ampliar su panopliade medidas cuando sea necesario.