/ martes 20 de diciembre de 2016

La lucha contra el narcotráfico implica altos costos y riesgos

  • Los efectivos se desgastan entre combate a criminales ymitigar efectos de huracanes
  • Revertir rezagos, elevar la matrícula militar y mejorarprestaciones de tropa, las solicitudes

Segunda y Última Parte

Oficiales y altos mandos del Ejército reconocen que son altoslos riesgos y costos que se han pagado en la lucha contra elnarcotráfico; actualmente utiliza todas las rutas -por tierra,aire, mar y ferrocarril-, para el trasiego de enervantes, lo que adecir de expertos, hace urgente una nueva legislación que protejay fortalezca la actuación y operación de nuestros soldados en elcombate a la delincuencia organizada.

De acuerdo a los reportes militares, el transporte de drogas enaeronaves ilícitas es algo muy común en Sinaloa, donde ademásexiste una gran cantidad de aeródromos que no todos funcionan encondiciones ilícitas. “Es una planicie y las avionetas puedenaterrizar en cualquier carretera, a la orilla de un canal o enalgunos terrenos preparados”.

“Aquí, avionetas despegando y trasladando droga, es algo muycomún. Las rutas aéreas son hacia el norte. Sonora, Navojoa,Guaymas, Hermosillo, hacia La Paz, Los Cabos. Todas partiendo deCuliacán, también de Los Mochis y muchas de parte de lasierra”.

Entre la población y mandos oficiales, no hay duda, “lasrutas terrestres para el trasiego de enervantes se puede decir queson todos los caminamientos que bajan de la sierra, que transportandroga hacia la costa y las carreteras principales, tanto lainternacional como la federal”.

Y subrayan: “Todos los caminamientos de Sinaloa se puedenconsiderar como rutas terrestres para el trasiego de enervantes.Las rutas marítimas igual. Al ser un Estado con una costa larga,desde cualquier punto tienen ellos (los narcotraficantes) lacapacidad económica para trasladar enervantes, desde Tiaquiapan,colindando con Nayarit, hasta Topolobampo y un poco más haciaarriba en los límites con Sonora, pero toda la costa essusceptible del trasiego de enervantes”.

Sobre la ruta para el trasiego de las metanfetaminas que sefabrican en los laboratorios, al interior del Ejército se comenta:“Hemos capturado algunas avionetas en los aeródromos en el vallede Culiacán”. También se ha detectado que las trasladan enferrocarril y en pequeñas cantidades, de uno o dos kilogramos, enpersonas, en sus maletas. Utilizan de todo, en autobuses depasajeros, en paquetería, “en todo lo que se les ocurre”.

Los precursores a los laboratorios clandestinos, llegan por losgrandes puertos, se dice. “Están (los traficantes) haciendomuchos precursores. Ellos elaboran y llevan todas sus sustancias,hacen sus precursores y buscan los sustitutos de aquellos que nopueden conseguir. Y seguramente que les llega mucho por Manzanillo,Lázaro Cárdenas y Topolobampo”.

También está la ruta férrea que traviesa Sinaloa, y sutroncal que va de los Mochis hacia Chihuahua. Empero, “contamoscon un puesto estratégico militar de seguridad en la estaciónSufragio y continuamente allí aseguramos también marihuana ycristal. Hemos asegurado en las tolvas de Cemex, en rollos dealambre, en contenedores de madera, en varias formas”, replica elgeneral Rogelio Terán, comandante de la IX Zona Militar enCuliacán.

Operativo Sinaloa-Durango, abierto al escrutinio público

Del 10 de octubre al 10 de noviembre, las comandancias de la9ª. y 10ª. zonas militares llevaron a cabo el Operativo IntegralSinaloa-Durango, con el objetivo prioritario de combatir por aire ytierra a la delincuencia organizada en la región y mitigar elimpacto de los fenómenos meteorológicos sobre las comunidadesmás aisladas de esta área serrana del país.

La tercera etapa de este operativo permanente inició el 10 deoctubre en la localidad de Huixiopa, en Badiraguato, Sinaloa, conla jornada de Labor Social, en apoyo a los cerca de 200 habitantesque quedan y los que la violencia y delincuencia no han logradoexpulsar.

Este municipio serrano es la segunda localidad en incidenciadelictiva y una de las 15 o 20, que están en esta situación deaislamiento, es la tierra de “el Chapo”, de la emboscada amilitares, donde el enemigo acecha y amenaza desde la entrada aHuixiopa.

El dispositivo continuó al día siguiente en San Javier deArriba, en los límites con Chihuahua, donde las Fuerzas Armadasllevaron a cabo la fumigación, quema y destrucción de unasecadera, seis plantíos de marihuana y 14 fumigaciones. Elesfuerzo por abrir los trabajos del Ejército a la opiniónpública está en marcha.

Durante los recorridos del operativo, el capitán primero,Gustavo Israel Cruz Centeno, jefe de prensa de Comunicación Socialde la Secretaría de la Defensa, y su equipo de colaboradores:sargento Esteban, cabo Alicia, soldado Norma, cabo Mena y SargentoAcopa, actuaron eficientes, diligentes, pero expectantes. “Es lafalta de costumbre”, comentó uno de los enviados.

Para el 12 y 13 de octubre, nos trasladamos a San Miguel deCruces, en el municipio de San Dimas, Durango, donde se ubicaPueblo de Madera, el de la película, enclavado en la zona serranade mayor intensidad en el cultivo de enervantes, pese a que suprincipal actividad económica es el trabajo y venta de la madera.La jornada de labor social se dio en el Auditorio Municipal de SanMiguel.

En el último y cuarto día del operativo, en Santa Isabel deBatres, se desmanteló una antena que operaba en forma ilícita,junto con el recado y el radio que dejaron los sembradores demarihuana y amapola, para tratar de sobornar a los soldados, a solo20 minutos, de la capital duranguense, todavía dentro de la zonadel llamado “Triángulo Dorado”.

Los operativos estuvieron bajo el mando del comandante de la XZona Militar, general de Brigada de Estado Mayor, Homero MendozaRuiz, quien dijo que en lo que va del año han destruido 18 mil 417plantíos de amapola a la fecha; mil 305 plantíos de marihuana; 60secaderos; 38 campamentos, dos laboratorios de drogassintéticas.

Lamentablemente, dijo, los campesinos se dedicanperiódicamente, cíclicamente a preparar los terrenos, de ahí elénfasis de las operaciones de cada tres meses cuando se estánpreparando los cultivos para su cosecha, tratar de reducir lacapacidad de la cosecha.

Guerra sin fecha de terminación

Para los soldados y altos mandos del Ejército mexicano, bajoeste escenario, los riesgos y costos son altos, pero afirman queseguirán cumpliendo con sus tareas y responsabilidadesconstitucionales, hasta el momento en que sean requeridos. No danfecha de terminación en su lucha contra la delincuencia organizaday ratifican su lealtad a los ordenamientos del Comandante Supremode las Fuerzas Armadas.

En materia de los riesgos por la corrupción, el propio titularde la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, ha dicho quese han hecho las denuncias y los señalamientos en cada uno de loscasos, por lo que solo esperan que las autoridades correspondienteshagan lo suyo.

Para el general de División, está clara la necesidad de hacercrecer a las Fuerzas Armadas tanto en número como a nivelpresupuestal, para contar con una mayor disponibilidad de medios yatender los problemas en todo el país, además de mejorar lasprestaciones y garantías del personal de tropa.

Según una investigación, luego de casi 20 años de luchacontra el crimen organizado, es necesario reforzar y colocar enmejores condiciones de operatividad a los soldados del Ejércitomexicano, con una legislación que los proteja para continuar conlas operaciones en contra de la delincuencia organizada.

De acuerdo a este registro público, “en 2013 se reportó untotal de 212 mil 916 elementos…. Además del limitado crecimientode elementos castrenses, el personal que se gradúa en lasdiferentes escuelas se ha reducido”, aunque en el último año deesta administración muestran una tendencia en crecimiento.

No obstante, el general Terán Contreras, sostiene ante elreportero que no considera que se esté perdiendo la guerra contrael narco. “Siempre les busca limitar o afectar su baseeconómica. Nosotros seguimos, pero hace falta tal vez máscolaboración de la misma sociedad o de las autoridades”.

Puntualiza que las Fuerzas Armadas no son enemigas de lapoblación. “Andamos haciendo la cuestión que nos corresponde ytratamos de llegar a esa sensibilidad, porque a final de cuentasellos (cultivadores y sembradores), siguen con sus necesidades demedicinas, de arreglo de escuelas, de sentir la presencia delEjército”.

  • Los efectivos se desgastan entre combate a criminales ymitigar efectos de huracanes
  • Revertir rezagos, elevar la matrícula militar y mejorarprestaciones de tropa, las solicitudes

Segunda y Última Parte

Oficiales y altos mandos del Ejército reconocen que son altoslos riesgos y costos que se han pagado en la lucha contra elnarcotráfico; actualmente utiliza todas las rutas -por tierra,aire, mar y ferrocarril-, para el trasiego de enervantes, lo que adecir de expertos, hace urgente una nueva legislación que protejay fortalezca la actuación y operación de nuestros soldados en elcombate a la delincuencia organizada.

De acuerdo a los reportes militares, el transporte de drogas enaeronaves ilícitas es algo muy común en Sinaloa, donde ademásexiste una gran cantidad de aeródromos que no todos funcionan encondiciones ilícitas. “Es una planicie y las avionetas puedenaterrizar en cualquier carretera, a la orilla de un canal o enalgunos terrenos preparados”.

“Aquí, avionetas despegando y trasladando droga, es algo muycomún. Las rutas aéreas son hacia el norte. Sonora, Navojoa,Guaymas, Hermosillo, hacia La Paz, Los Cabos. Todas partiendo deCuliacán, también de Los Mochis y muchas de parte de lasierra”.

Entre la población y mandos oficiales, no hay duda, “lasrutas terrestres para el trasiego de enervantes se puede decir queson todos los caminamientos que bajan de la sierra, que transportandroga hacia la costa y las carreteras principales, tanto lainternacional como la federal”.

Y subrayan: “Todos los caminamientos de Sinaloa se puedenconsiderar como rutas terrestres para el trasiego de enervantes.Las rutas marítimas igual. Al ser un Estado con una costa larga,desde cualquier punto tienen ellos (los narcotraficantes) lacapacidad económica para trasladar enervantes, desde Tiaquiapan,colindando con Nayarit, hasta Topolobampo y un poco más haciaarriba en los límites con Sonora, pero toda la costa essusceptible del trasiego de enervantes”.

Sobre la ruta para el trasiego de las metanfetaminas que sefabrican en los laboratorios, al interior del Ejército se comenta:“Hemos capturado algunas avionetas en los aeródromos en el vallede Culiacán”. También se ha detectado que las trasladan enferrocarril y en pequeñas cantidades, de uno o dos kilogramos, enpersonas, en sus maletas. Utilizan de todo, en autobuses depasajeros, en paquetería, “en todo lo que se les ocurre”.

Los precursores a los laboratorios clandestinos, llegan por losgrandes puertos, se dice. “Están (los traficantes) haciendomuchos precursores. Ellos elaboran y llevan todas sus sustancias,hacen sus precursores y buscan los sustitutos de aquellos que nopueden conseguir. Y seguramente que les llega mucho por Manzanillo,Lázaro Cárdenas y Topolobampo”.

También está la ruta férrea que traviesa Sinaloa, y sutroncal que va de los Mochis hacia Chihuahua. Empero, “contamoscon un puesto estratégico militar de seguridad en la estaciónSufragio y continuamente allí aseguramos también marihuana ycristal. Hemos asegurado en las tolvas de Cemex, en rollos dealambre, en contenedores de madera, en varias formas”, replica elgeneral Rogelio Terán, comandante de la IX Zona Militar enCuliacán.

Operativo Sinaloa-Durango, abierto al escrutinio público

Del 10 de octubre al 10 de noviembre, las comandancias de la9ª. y 10ª. zonas militares llevaron a cabo el Operativo IntegralSinaloa-Durango, con el objetivo prioritario de combatir por aire ytierra a la delincuencia organizada en la región y mitigar elimpacto de los fenómenos meteorológicos sobre las comunidadesmás aisladas de esta área serrana del país.

La tercera etapa de este operativo permanente inició el 10 deoctubre en la localidad de Huixiopa, en Badiraguato, Sinaloa, conla jornada de Labor Social, en apoyo a los cerca de 200 habitantesque quedan y los que la violencia y delincuencia no han logradoexpulsar.

Este municipio serrano es la segunda localidad en incidenciadelictiva y una de las 15 o 20, que están en esta situación deaislamiento, es la tierra de “el Chapo”, de la emboscada amilitares, donde el enemigo acecha y amenaza desde la entrada aHuixiopa.

El dispositivo continuó al día siguiente en San Javier deArriba, en los límites con Chihuahua, donde las Fuerzas Armadasllevaron a cabo la fumigación, quema y destrucción de unasecadera, seis plantíos de marihuana y 14 fumigaciones. Elesfuerzo por abrir los trabajos del Ejército a la opiniónpública está en marcha.

Durante los recorridos del operativo, el capitán primero,Gustavo Israel Cruz Centeno, jefe de prensa de Comunicación Socialde la Secretaría de la Defensa, y su equipo de colaboradores:sargento Esteban, cabo Alicia, soldado Norma, cabo Mena y SargentoAcopa, actuaron eficientes, diligentes, pero expectantes. “Es lafalta de costumbre”, comentó uno de los enviados.

Para el 12 y 13 de octubre, nos trasladamos a San Miguel deCruces, en el municipio de San Dimas, Durango, donde se ubicaPueblo de Madera, el de la película, enclavado en la zona serranade mayor intensidad en el cultivo de enervantes, pese a que suprincipal actividad económica es el trabajo y venta de la madera.La jornada de labor social se dio en el Auditorio Municipal de SanMiguel.

En el último y cuarto día del operativo, en Santa Isabel deBatres, se desmanteló una antena que operaba en forma ilícita,junto con el recado y el radio que dejaron los sembradores demarihuana y amapola, para tratar de sobornar a los soldados, a solo20 minutos, de la capital duranguense, todavía dentro de la zonadel llamado “Triángulo Dorado”.

Los operativos estuvieron bajo el mando del comandante de la XZona Militar, general de Brigada de Estado Mayor, Homero MendozaRuiz, quien dijo que en lo que va del año han destruido 18 mil 417plantíos de amapola a la fecha; mil 305 plantíos de marihuana; 60secaderos; 38 campamentos, dos laboratorios de drogassintéticas.

Lamentablemente, dijo, los campesinos se dedicanperiódicamente, cíclicamente a preparar los terrenos, de ahí elénfasis de las operaciones de cada tres meses cuando se estánpreparando los cultivos para su cosecha, tratar de reducir lacapacidad de la cosecha.

Guerra sin fecha de terminación

Para los soldados y altos mandos del Ejército mexicano, bajoeste escenario, los riesgos y costos son altos, pero afirman queseguirán cumpliendo con sus tareas y responsabilidadesconstitucionales, hasta el momento en que sean requeridos. No danfecha de terminación en su lucha contra la delincuencia organizaday ratifican su lealtad a los ordenamientos del Comandante Supremode las Fuerzas Armadas.

En materia de los riesgos por la corrupción, el propio titularde la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, ha dicho quese han hecho las denuncias y los señalamientos en cada uno de loscasos, por lo que solo esperan que las autoridades correspondienteshagan lo suyo.

Para el general de División, está clara la necesidad de hacercrecer a las Fuerzas Armadas tanto en número como a nivelpresupuestal, para contar con una mayor disponibilidad de medios yatender los problemas en todo el país, además de mejorar lasprestaciones y garantías del personal de tropa.

Según una investigación, luego de casi 20 años de luchacontra el crimen organizado, es necesario reforzar y colocar enmejores condiciones de operatividad a los soldados del Ejércitomexicano, con una legislación que los proteja para continuar conlas operaciones en contra de la delincuencia organizada.

De acuerdo a este registro público, “en 2013 se reportó untotal de 212 mil 916 elementos…. Además del limitado crecimientode elementos castrenses, el personal que se gradúa en lasdiferentes escuelas se ha reducido”, aunque en el último año deesta administración muestran una tendencia en crecimiento.

No obstante, el general Terán Contreras, sostiene ante elreportero que no considera que se esté perdiendo la guerra contrael narco. “Siempre les busca limitar o afectar su baseeconómica. Nosotros seguimos, pero hace falta tal vez máscolaboración de la misma sociedad o de las autoridades”.

Puntualiza que las Fuerzas Armadas no son enemigas de lapoblación. “Andamos haciendo la cuestión que nos corresponde ytratamos de llegar a esa sensibilidad, porque a final de cuentasellos (cultivadores y sembradores), siguen con sus necesidades demedicinas, de arreglo de escuelas, de sentir la presencia delEjército”.

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