Manrique Gandaria / El Sol de México
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Ensenada, BC. (OEM-Informex).- A 3.6 kilómetros de la Costa deEnsenada, Baja California, el buque de guerra “ARM Usumacinta”,de la Secretaría de Marina sirvió como puesto de mando durante elejercicio de desembarque de tropas anfibias que llevó a cabo laArmada de México previo a su participación este martes en elejercicio multinacional cuenca del Pacifico “Rimpac 2016”, enSan Diego, California, que, por su importancia, convocará a 32armadas provenientes de los cinco continentes.
En Rimpac 2016, (que se lleva a cabo cada dos años) Méxicoparticipa por primera vez, junto con Canadá y Estados Unidos, enun ejercicio naval de desembarque anfibio, y existe la posibilidadde que la próxima edición de este ejercicio naval, -consideradoel más grande del mundo- se lleve a cabo en nuestro país.
El ejercicio naval, simuló el conflicto entre países y endonde uno de ellos invadió una playa. La labor de la marinamexicana fue la de recuperar “por asalto” la playa a través dela fuerza anfibia, por lo que el ensayo comenzó a las cinco de lamañana cuando del buque Usumacinta, zarpó una embarcación con ungrupo de buzos de las fuerzas especiales que se acercaron a pocoskilómetros de la playa para verificar la profundidad de la playa;que el enemigo no ha instalado minas acuáticas o cualquier otroartefacto bélico que pudiera entorpecer la operación.
La labor de inteligencia de los buzos, permitió al grupo de 64elementos de las fuerzas especiales tener la certeza de que podíandesembarcar a bordo de cuatro embarcaciones interceptoras que laMarina Mexicana usa en las costas para salvaguarda de la soberaníanacional.
Tranquilos, respirando profundo y con solo una manzana y jugocomo desayuno, los elementos de la Marina (hombres y mujeres)esperaban pacientes a embarcarse. Mientras a lo lejos la neblina sedisipa dejando ver la silueta del Usumacinta desde la playa.
¡¡Diles que ya embarquen!!, es la orden que llega desde tierraa las tropas que están en el Usumacinta y en cuestión de minutosya están el altamar rumbo al objetivo trazado.
Los 64 elementos portan su fusil de asalto, chaleco salvavidas,antibalas, casco y googles, listos para desembarcar en cuanto larampa de la embarcación descienda.
Y ocurre, las cuatro interceptoras comienzan el desembarque delpersonal naval que, casi de inmediato, lanzan bombas de humo yaturdidoras para confundir al enemigo, mientras el grupo avanzacasi al parejo y toma posiciones.
Una vez en tierra firme, los infantes de marina toman susposiciones camuflajeándose entre las piedras que hay en la playa yesperan la orden de avanzar.
El desembarque de las tropas y la recuperación de la playatomada por el enemigo, no tomó ni dos minutos lo que para laMarina es un buen tiempo, y permite afinar detalles.
De acuerdo al capitán de navío, Jesús García Molina, sontres las operaciones navales que llevará a cabo la Marina en SanDiego: de reconocimiento anfibio, desembarco y recuperación deheridos y material sensible.
Y es así, que, una vez que los elementos han tomado la playa,se simula un escenario en donde un elemento resulta herido por loque sus compañeros deben brindarle los primeros auxilios y formarun perímetro de seguridad a su alrededor, a la espera de queaterrice el helicóptero MI-17que transportará a toda latropa.
En tanto, por aire, un avión King Air 350, funge como patrullade vigilancia marítima, y su objetivo es el de servir comoplataforma aérea reportando lo que pasa en tierra. El ejercicio,incluye el lance de una lancha desde el King Air 350 para elrescate de un naufrago.
De acuerdo al comandante de la unidad, José Antonio Barbosa,estas operaciones permiten a la Secretaría de Marina afinar susoperaciones tanto en tierra como en aire, ya que asegura, en unescenario de guerra, “primero se tiene que tener el controlaéreo, después el control en la mar, luego en tierra y finalmenteauxiliar a la población afectada a través del suministro devíveres”.
Se trata del ejercicio naval más grande del mundo, conactividades aéreas, terrestres y de superficie, operacionesanfibias, salvaguarda de la vida y de seguridad marítima, desdeHawaii hasta San Diego.
En este ejercicio multinacional, México, a través de laSecretaría de Marina, participará con el buque ARM Usumacinta,cuatro patrullas interceptoras, un helicóptero MI-17, un aviónKing Air 350, una compañía de infantería, y un equipo de fuerzasespeciales.
En total, en el ejercicio multinacional cuenca del Pacifico“Rimpac 2016”, participarán 470 elementos entre buzos,pilotos, elementos de las fuerzas especiales y capitanesvicealmirantes y marinos, y esta es la primera vez que Méxicoencabezará junto con Estados Unidos y Canadá un desembarqueanfibio, lo que a decir de la Secretaría de Marina, estopermitirá actualizar nuestro procedimiento para ser máseficientes en su labor.
“La participación de la Marina en ‘Rimpac 2016’permitirá a la Armada de México, incrementar la operatividad conlas demás armadas del mundo, actualizar la doctrina naval en lastécnicas, tácticas y procedimientos, incrementar las capacidadespara el cumplimiento de la misión y atribuciones que la ley leasigna a la Armada de México, en materia de defensa exterior, ymantenimiento del Estado de Derecho, contribuyendo a la meta deMéxico: actuar con responsabilidad global”, señalan mandosnavales. COMBINAR LA ACTIVIDAD MILITAR CON LA PERSONA: INFANTE DEMARINA
Antaño, en la Secretaría de Marina ser infante solo estabapermitido para hombres, no obstante eso termino cuando ladependencia permitió que personal femenino se capacitara yentrenara para ocupar mejores posiciones, es así que desde estaadministración se ha incrementado la participación de la mujer enla infantería.
En el ejercicio naval en San Diego participarán 12 mujeres. Unade ellas es la teniente de la Fuente, quien durante el ensayofungió como comandante de bote, con la misión de conducir alpersonal para tomar la cabeza de playa e instalarlos en zonaestratégica.
“Ingresé a las filas de las fuerzas armadas en 2009, y el sermujer no es impedimento para ascender, tenemos la capacidad deestar a la altura de realizar todos los ejercicios que el mediomilitar demanda”.
La teniente señala que los entrenamiento son parejos, tantopara hombres como para mujeres, por ello, sostiene que tiene quedar tanto como un hombre y somos capaces de hacerlo en todos losniveles: intelectual, físico y todo lo que demanda realizar estosejercicios anfibios.
“Ingresé a los 18 años a la Escuela Naval militar, hacambiado mi vida porque forjé un carácter, un criterio amplio yrecto para desempeñarme eficientemente, no tengo problema encombinar mi actividad militar con mi vida personal”.