- Los usan como asesinos y para sembrar, traficar y venderdroga
Velvet González, El Heraldo de Chihuahua
En Chihuahua, principalmente en las comunidades de la zonaserrana, los jóvenes son reclutados para cuidar residencias,llevar pequeños cargamentos hacia Estados Unidos o en el peor delos casos como asesinos, para “eliminar a los enemigos de suspatrones”, muestra el estudio "Jóvenes y Narcocultura",elaborado por la Subsecretaría federal de Prevención yParticipación Ciudadana.
Los jóvenes son usados como “puchadores”, término con elque se conoce a los "vendedores de droga al menudeo", es decir,están en la base de la pirámide, “hacen el trabajo sucio”como lo es la vigilancia, el traslado de la droga y la venta almenudeo.
Para muchos adolescentes y jóvenes ser narcotraficante oasesino de un grupo criminal es una aspiración viable, pues sonellos quienes constituyen la base operativa de los gruposdelictivos del país, “son la mano de obra del narco”.
Además del desempleo, la pobreza y la deserción escolar, hayotro factor que empuja a los jóvenes a involucrarse en elcontrabando de drogas, pues en muchas zonas del país elnarcotráfico se ha instalado como forma de vida y es parte de lacultura.
Es el camino natural que siguen la mayoría de los jóvenes queviven en muchas regiones del país, además la probabilidad de quealguien ingrese a las filas del "narco" o de los grupos de sicarioses mucho mayor cuando se tiene afinidad cultural.
La narcocultura ha penetrado en la mentalidad de muchosadolescentes al grado de que hay una aspiración a pertenecer a loscárteles, esto con la esperanza de obtener un auto de lujo, armas,dinero y droga.
Por otra parte, de acuerdo con el libro "El televidente y supantalla", los niños pasan al menos cuatro horas diarias frente altelevisor y por este medio, cada 30 minutos se transmiten 23escenas violentas, lo que resulta en que desde temprana edad laspersonas normalicen las situaciones criminales, “entre más actosde violencia ven, más indiferentes se vuelven a esto”, expone lapublicación.
LA CULTURA DEL "NARCO"
En muchas regiones del Estado de Chihuahua los niños nacen ycrecen rodeados de violencia e historias de traficantes, como lomuestra el estudio "Jóvenes y Narcocultura".
El narcotráfico se ha enraizado tanto que es visto por lapoblación como una forma de vida, sin cuestionar la ilegalidad desu carácter y la violencia que se le vincula.
Además de los estados fronterizos, resaltan comunidades deMichoacán y Guerrero, lo que en opinión de algunos investigadorescomo Luis Astorga, se explica porque son lugares donde el Estado notiene presencia y han vivido un abandono social histórico.
“A partir del honor se constituye una parte muy importante delsistema valoral del crimen organizado”, señala el estudio, elcual explica que la valentía, la lealtad familiar y de grupo, laprotección y la venganza, son valores que caracterizan alnarcotráfico.
Por ejemplo, la deslealtad o traición a los líderes o elintento de abandonar la organización se castigan mediante laviolencia física.
También forman parte del sistema de referentes de lanarcocultura modelos de comportamiento caracterizados por un gran“anhelo de poder”, una búsqueda casi compulsiva de placer yprestigio social, así como una visión fatalista del mundo o una“desvalorización de la vida”.
Los involucrados en el narcotráfico buscan vivir rápido,porque no hay un horizonte a largo plazo, viven con la idea de quelos pueden matar en cualquier momento.
ALCOHOL, DETONANTE DE DELITOS
La mayor parte de los delitos cometidos en la zona serrana delEstado están directamente relacionados con el consumo de alcohol yotras drogas, además un 73 por ciento de los presos indígenascumplen una sentencia por homicidio, esto según la "Encuesta Sobreel Debido Proceso en Internos Indígenas".
De los 259 indígenas que están presos, la mayor parte son delos municipios de Guachochi, Guadalupe y Calvo, y Urique, un 73 porciento cometió homicidio, un 20 por ciento delitos sexuales y un 3por ciento delitos patrimoniales.
Los delitos contra la integridad física constituyen un 2 porciento con lesiones y los delitos contra la salud un 1 por cientopor posesión de drogas.
El alcohol se considera la principal causa de comisión dedelitos toda vez que aunque no todos declaran estar en estado deebriedad, la mayoría afirma haber bebido antes de infringir laley.
Un 22 por ciento de los presos indígenas se entregarondirectamente o voluntariamente, en tanto que un 60 por ciento noestá de acuerdo con lo que se imputa y 35 por ciento acepta sucrimen.
La mayor parte de los internos son de los municipios deGuachochi, Guadalupe y Calvo, y Urique, en menor proporción deChihuahua, Juárez, Bocoyna, Parral y otros municipios.
La mayor parte de los internos son personas de los 20 a los 30años de edad (en su mayoría de 26 a 30 años), el promedio es de31 años y solo un 5 por ciento de los delitos se cometieron en una"tesgüinada".
Se especifica que un 6 por ciento de los indígenas cometieronsu delito bajo influjo del tesgüino, aunque no en una tesgüinada,6 por ciento más al estar ingiriendo cerveza, en tanto que un 7por ciento señaló haber hecho una mezcla de bebidas.
Un 4 por ciento de los detenidos señaló haber consumido otrotipo de bebidas en tanto que un 2 por ciento de los rarámurisdelinquió tras haber consumido mariguana, un 2 por ciento más alconsumir otras drogas.
Los principales factores que influyen en los menores de edadpara desarrollar conductas antisociales que llegan hasta losdelitos, son los antivalores, la violencia familiar y la músicaque forma parte de la llamada “moda alterada”, al igual queprogramas de contenido violento que se transmiten por televisiónabierta.
El artículo “Así Aprende un Niño la Conducta Antisocial”publicado en la revista "Criminociencia", muestra que elcomportamiento criminal de un niño es aprendido por medio de losmedios de comunicación y en el seno familiar.
Algunos de los factores pueden ser la conducta de los padres, loque significa que si un niño observa que sus papás no hacen loque dicen, no tomará en serio los consejos, aplicándose en estola frase de “predicar con el ejemplo”.
El maltrato infantil es otro de los aspectos, pues la educacióncon violencia genera consecuencias a corto plazo como ladelincuencia y la transmisión de generación en generación de laviolencia familiar.
Los contenidos sexuales y violentos en la televisión son otroaspecto que se considera influencia para las conductasantisociales, pues el niño tiende a replicar los comportamientosque observa como naturales.
Lo mismo ocurre con las escenas violentas, en las que si elniño percibe cotidianeidad, es posible que en el futuro las repitao las tome como normales.
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