El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sussiglas en inglés) se propone que en una década se logre recuperarla población de 10 especies en México, como la vaquita marina yla mariposa monarca, en colaboración con gobierno, sector privadoy sociedad civil.
Omar Vidal, director de WWF en México, presentóeste miércoles los compromisos con México 2016-2026, que sellevarán a cabo con recursos procedentes en un 65% de fuentesnacionales, en particular del gobierno y de empresarios como elmagnate de las telecomunicaciones Carlos Slim; y en un 35% defuentes internacionales.
Entre las metas se busca, entre otros, conservarzonas costeras y bosques, adoptar un sistema nacional de reservasde agua en 300 cuencas y recuperar poblaciones de 10 especies,entre ellas la de la vaquita marina, endémica del golfo deCalifornia y una de las más amenazadas, al existir sólo 60ejemplares, según el último conteo, de diciembre pasado.
"Es muy poco, pero no quiere decir que porque haya 60o 50 la vaquita esté condenada a la extinción. México ha tenidoéxito (en la conservación) de dos mamíferos marinos antes", dijoVidal.
Explicó que se ha logrado proteger al elefantemarino, del que llegó a haber sólo 22 ejemplares y ahora seestiman en 150.000; y al lobo fino de Guadalupe, que se redujo adecenas pero que en la actualidad está fuera de las especiesamenazadas.
"Si el gobierno no hubiera hecho lo que hizo, notuviéramos ahora vaquita", dijo Vidal, al reconocer un programalanzado por el gobierno mexicano en el último año y que incluyedesde desplegar buques de la marina hasta prohibir el uso de redespara la pesca, pasando por el uso de drones que vigilan el golfo deCalifornia para combatir la pesca ilegal.
La principal amenaza a la vaquita marina, elmamífero marino más pequeño y también conocida como el "pandamexicano", es la captura clandestina del pez totoaba, cuya vejiganatatoria seca tiene gran demanda en el mercado negro de China y escontrabandeada a través de Estados Unidos.
En cuanto a la mariposa monarca, se pondrá énfasisen la conservación de los bosques de una reserva natural en elestado de Michoacán (oeste), donde inverna la especie luego derecorrer miles de kilómetros desde Canadá.
El uso de plaguicidas y cultivos transgénicos estánacabando con el algodoncillo, una plaga que es el principalalimento de la monarca, mientras que la deforestación amenaza suhábitat.
Según cifras oficiales, en la temporada pasada seconsiguió reducir en 40% la tala clandestina en la reserva, peroha continuado la degradación de la zona, que sigue siendo afectadapor fenómenos climáticos cada vez más intensos.
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