De acuerdo con los cuestionarios que las autoridades estadounidenses aplican a las personas que cruzan entre México y la Unión Americana, más de la mitad de los viajes en los puertos internacionales han sido no esenciales y en su mayoría se ha tratado de ciudadanos estadounidenses, pese a las restricciones de viaje para evitar la propagación del Covid-19.
En entrevista con El Sol de México, Ramiro Cordero, vocero de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en el sector de El Paso, Texas, reconoció que los mexicanos han acatado de manera más constante las recomendaciones de los gobiernos de ambos lados de la frontera para evitar los cruces no esenciales ante el aumento de los casos por coronavirus.
Según Cordero, 83 por ciento de las personas que vuelven y cruzan la frontera hacia México son ciudadanos estadounidenses y de ellos, 63 por ciento lo hacen por razones no esenciales como jugar golf, realizar compras o por turismo.
Los mexicanos, dijo, han sido más ordenados y a diferencia de los estadounidenses sólo 10 por ciento han realizado viajes no esenciales a Estados Unidos como visitar a algún familiar o realizar compras, en especial ropa.
Desde el pasado 21 de marzo, los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron restringir los viajes terrestres por los puertos de entrada únicamente a tráfico esencial, como una manera de contener el brote y los contagios de Covid-19.
El jueves, ambas naciones acordaron extender hasta el 21 de octubre las restricciones. “Aunque hay algunas señales de que la epidemia del Covid-19 podría estar amainando ligeramente, no podemos bajar la guardia todavía”, afirmó ayer Edgar Ramírez, agregado del Departamento de Seguridad Nacional en la Embajada de Estados Unidos en México, quien recordó a sus connacionales que “una pandemia global no es el momento para ir de compras, de paseo o a visitar a la familia del otro lado de la frontera”.
ESENCIALES
Estados Unidos considera viajes esenciales a los ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales que regresen a su país, las personas que viajan con fines médicos (por ejemplo, para recibir tratamiento médico en Estados Unidos), así como individuos que cruzan para asistir a instituciones educativas o para trabajar en la Unión Americana. Además de personas que viajan con fines de respuesta a emergencias y de salud pública (por ejemplo funcionarios gubernamentales o personal de emergencia que ingresan para apoyar los esfuerzos de los gobiernos federal, estatal, local, tribal o territorial para responder a Covid-19 u otras emergencias) y personas involucradas en el comercio transfronterizo legal, entre otros.
Ramiro Cordero reconoció que ha sido difícil atender la verdadera preocupación de salud pública y la preocupación económica en la región fronteriza. “Eso es un equilibrio difícil. Lo que vimos, cuando empezamos a introducir las restricciones y permitir los viajes esenciales únicamente, fue que los nacionales mexicanos en realidad están cumpliendo con el consejo de los expertos médicos”, expresó el vocero.
Agregó que mientras los casos de Covid-19 se incrementan de manera significativa en ambos lados de la frontera, los ciudadanos estadounidenses “van de un lado a otro” sin siquiera tomar importancia de la contingencia sanitaria.