El águila real, una de las 22 especies de águila que existen en el país, es también una de las mil 123 especies voladoras que surcan los cielos mexicanos, además de ser emblemática de México, porque forma parte del Escudo Nacional.
Se reproduce en zonas montañosas rodeadas de pastizales, y comúnmente tiene de dos a tres nidos que pueden ser utilizados alternativamente cada año. Pone de uno a cuatro huevos, y en el territorio mexicano, la incubación es entre enero y marzo, con una duración de 43 a 45 días.
En ocasión de las Fiestas Patrias, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) destaca en su página electrónica, la importancia de esa ave, denominada Aquila chrysaetos canadensis.
La dependencia se refiere en primer término a que este animal contribuye a la estabilidad del ecosistema, ya que regula las poblaciones de liebres, conejos y ardillas, pequeños mamíferos que se convertirían en plagas, si no fuera por depredadores como el águila.
Asimismo, detalla que esta especie es un ejemplo de conservación, ya que en 2010 había en el país 70 parejas reproductivas, mientras que actualmente se tienen registradas 142 parejas, principalmente en Sonora, Chihuahua, Guanajuato, Oaxaca, Morelos, Jalisco y Michoacán.
También existe el Centro Nacional de Control y Protección del Águila Real, que está ubicado en el Heroico Colegio Militar, y está a cargo de la Semarnat, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional.
Fue en diciembre de 2013, cuando ese Centro liberó el primer ejemplar rehabilitado (clínica, física y conductualmente) en el municipio de La Yesca, Nayarit, y se rehabilitan más águilas reales para su pronta reintroducción.