Alumnos desarrollan innovadoras prótesis y órtesis; buscan autorización ante Cofepris para su venta

Los jóvenes cursan el quinto semestre de la carrera de Ingeniería Biomédica en el TEC Monterrey CDMX

Bertha Becerra / El Sol de México

  · miércoles 3 de julio de 2024

Foto: Cortesía Tec Monterrey

Cursan el quinto semestre de la carrera de Ingeniería Biomédica en el Tec Monterrey, campus CDMX, y ya son capaces de proponer soluciones tecnológicas e innovadoras que atienden necesidades de esta área de salud: desarrollaron dispositivos biomecánicos como prótesis y órtesis.

Y son tan innovadores que desarrollaron mecanismos de tobillo que impulsan la caminata en los sistemas plantares, esto es la planta del pie protésico, que no se encuentran en el mercado. “Es una aportación de los alumnos para darle continuidad al diseño que generaron”.

Hoy junto con sus socios formadores: una empresa comercializadora y un profesor del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el TEC de Monterrey CDMX, ya se evalúan para continuar sus procesos de análisis de cumplimiento de los criterios que tiene la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para su venta.

Al menos 8 de cada 10 mexicanos con obesidad tienen resistencia a la insulina. Foto: Denisse Hernández Rubio / Cuartoscuro.com

Así lo refiere el profesor Rubén Fuentes, director del Departamento de Mecatronica del TEC Monterrey CDMX, quien habló del desarrollo de prototipos sustentables de órtesis a El Sol de México.

Se trata del modelo educativo Tec-21. Es una concepción novedosa en términos de educación que busca que los alumnos resuelvan problemas reales durante el trayecto de su vida académica.

“Es la manera como nosotros estudiamos. Anteriormente era de resolver problemáticas que a mí me gusta llamarlas del ‘Libro: El libro del profesor, la práctica del profesor’, y se repetía uno, dos tres años y todos aprendíamos exactamente lo mismo”, dijo en entrevista.

“¿Y qué resultaba? Llegábamos a la industria, salíamos a trabajar y hasta esos momentos adentrarnos en las necesidades y la resolución practica de los problemas y ante una necesidad real.

“En TEC-21 lo que planteamos es generar o desarrollar en nuestros alumnos estas habilidades de una manera más natural en una etapa temprana. De esta suerte, reconocemos cómo el aprendizaje se basa en retos”, explicó.

Refirió: “En el Bloque de Análisis Diseño Biomecánico nos propusimos en esta ocasión utilizar la técnica educativa que se basa en sacar lo mejor de las personas a través de algo nato que es la competitividad. De esta suerte, se busca dar un enfoque en términos de un problema real”.

Foto: Cortesía Tec Monterrey

Comentó el profesor Fuentes que en México hay un elevado índice de personas que sufre de una amputación transtibial a causa de la diabetes.

Dentro del Bloque, a los alumnos se les fue guiando en términos de que conocieran la anatomía, que conocieran a profundidad la patología de este trasfondo de la enfermedad que sufren las personas que tienden a ser amputadas.

A los alumnos se les puso como métrica no solo diseñar por diseñar o desarrollar por desarrollar, sino tenían que tener ciertas características particulares para poder no solo aprobar la materia sino buscar que su desarrollo fuera viable en términos de ser funcional para las personas.

En este sentido, se les pidió primero que buscaran la sustentabilidad de sus desarrollos. Y podría ser sustentabilidad económica, sustentabilidad científica, sustentabilidad ambiental en términos de los materiales que ocuparan.

La realidad de nuestro país es que las personas que llegan a usar una prótesis o una órtesis no tienen la capacidad económica para adquirir un dispositivo de esta naturaleza y usan lo que tienen a la mano: madera, yeso, implementos que ellos reciclan de cierta manera.

Un punto importante con los chicos fue decirles: sustentable no es igual a reciclaje. Sustentable es que una persona pueda utilizar cierto material que sea de costo bajo, que pueda utilizar cierto material que a la larga, también le sirva a otra persona.

Pensemos en un niño chiquito que a los 3 o 4 años va a dejar de usar ese dispositivo para una persona más grande.

Y pudiera adaptarse en el momento que se dejó de usar el dispositivo, un tiempo de vida en términos de que el material se reintegre al ciclo natural del ambiente.

Diseños funcionales

Entonces, se les empezaron a poner estas indicaciones aunadas a las propias del diseño del dispositivo entre las cuales había ergonomía, retos de uso en términos de que una persona lo veía muy bonito pero no era funcional para sus actividades de la vida real.

“Organizamos una especie de Olimpiada, en donde los alumnos tenían 12 actividades diferentes que debían cumplir con sus prótesis y que lo hicieran de la manera más natural”, dijo.

Un factor que se evaluó fue la innovación de lo que ellos integraban, porque muchas veces dentro de este tipo de actividades es muy común y muy natural la búsqueda de referencias bibliográficas.

Que se suban el tren de ciertos esquemas de diseño que ya existen, simplemente replicarlos. Los alumnos hicieron a través del ejercicio de la prueba de estos sistemas con la finalidad de tener puntos de mejora.

Fue otra cuestión que se evaluó la innovación no en términos del dispositivo, sino de los mecanismos que usaban. Por ejemplo, los mecanismos de tobillo, mismos de impulso a la caminata en los sistemas plantares, es decir de la planta del pie protésico que estaban usando.

Resulta que no existen dentro del mercado y que fueron una aportación de los alumnos para darle continuidad propia al diseño que generaron.

Su reto era diseñar una prótesis.

Foto: Cortesía Tec Monterrey

Sin embargo, una prótesis es un dispositivo que busca sustituir o reemplazar es la realidad, una extremidad o una parte del cuerpo que es inexistente por una amputación o simplemente porque no se cuenta con ella desde su nacimiento.

Y se les propuso a los alumnos en términos de las actividades de uso que debían realizar este dispositivo pensando en que van a diseñar una prótesis que solo podía ser un apoyo para la marcha.

En ese sentido se convierte en una órtesis. Una ortesis es un dispositivo cuya funcionalidad es la de resolver un problema en busca de una mejora. Puede ser un cabestrillo, una bota de apoyo para una caminata, un collarín.

Son dispositivos ortésicos. Y hay órtesis que se les conoce como pasivas como el collarín o el cabestrillo y otras que son activas que nos ayudan a realizar otro tipo de actividades.

En este sentido, en una etapa media en el proceso de amputación de un paciente, tiene inmovilidad, siente dolor y naturalmente, los alumnos tuvieron como objetivo desarrollar este dispositivo para el desplazamiento diario.

¿Los resultados?

Son muy satisfactorios en términos de que este evento de Olimpiada o concurso de desarrollo de dispositivos en apoyo a la caminata, fue evaluado por personas muy involucradas en este ámbito.

Uno de nuestros socios formadores, la Wamperson Gem, empresa que nos ayuda a establecer el reto o la situación problema que los alumnos van a responder, para que tenga esta naturalidad de ser un problema orientado a la realidad. Y no lo que el profe dice.

Dicha firma no solo comercializa sino también diseña dispositivos tanto ortésicos como protésicos. Aunado a esto, un evaluador reconocido en la Biomecánica, como el académico del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Juan Alfonso Beltrán.

Los resultados fueron satisfactorios. La empresa Wamperson Gem tuvo la certeza de acercarse a los dos equipos y realizar los estudios pertinentes para que sus diseños innovadores, busquen camino hacia el mercado.

Son alumnos del quinto semestre de Ingeniería Biomédica. En este evento participaron 56 alumnos, dijo el profesor Rubén Fuentes.