El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, sostuvo que en el 70% de los delitos que involucran un arma en México, ésta fue ingresada de contrabando y tiene su origen en Estados Unidos, tal como ocurrió en dos casos emblemáticos: la masacre de Bavispe, Sonora y en Culiacán, cuando se intentó detener Ovidio Guzmán. En ambos sucesos las organizaciones criminales utilizaron armas de uso exclusivo del ejercito Estadounidense.
Durante la ceremonia con motivo de la Reunión Binacional de Planeación y Seguridad Fronteriza, llevada a cabo en las instalaciones de la Dependencia, con la presencia del Embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, el titular de la secretaria dijo que en el pasado, el combate al tráfico de armas no han dado resultados sustantivos, por lo que es necesario “cambiar la visión sobre lo que representa la disponibilidad de un arma en la generación de todo el circulo vicioso de la inseguridad”.
En este sentido, dijo que el primer eslabón de ese circulo vicioso, es la disposición de un arma. De lo anterior se derivan el resto de acciones que desembocan en la demanda de droga y muerte de jóvenes.
Enfatizó el hecho de que las organizaciones tiene una capacidad de fuego superior al de nuestras fuerzas federales: "lo de Culiacán y la masacre de Bavispe, Sonora, tienen una par de características, y es que en ambos casos el armamento usado fue de fabricación norteamericana, de alto calibre, Barret calibres 50 y con una agravante, que es armamento que fue fabricado para uso exclusivo del ejercito de Estados Unidos”.
El Secretario indicó que diariamente ingresan dos mil armas de contrabando a nuestro país, por lo que al año suman 700 mil armas.
"Estadísticamente se tiene que hay alrededor de 15 millones de armas sin control que entraron de contrabando y que están fortaleciendo la capacidad de fuego de las organizaciones criminales", aseveró el Durazo Montaño.
Ante el embajador, Alfonso sostuvo que no se trata de endosarnos unos a otros, creo que ambos países tenemos responsabilidades y también capacidades extraordinarias para sumar, diseñar y operar una solución definitiva, sin ello no es posible cerrar el circulo vicioso.
Reconoció que es un tema complejo, porque tenemos que dar soluciones que no afecten el intercambio comercial ni la intensa relación que tiene la comunidad fronteriza, “que yo la llamo bicultura”, tenemos que avanzar sin afectar la interacción de estas comunidades.
Por ello, dijo que por parte de México esta el compromiso y la capacidad para poner sobre la mesa propuestas de solución.
"Hay condiciones históricas para que este esfuerzo, a diferencia de otros, sí de resultado. Hay una relación extraordinaria entre gobiernos y voluntad reiterada, palpable de colaborar en todos los ámbitos", dijo el funcionario mexicano.
Por otra parte mencionó que si bien el Gobierno de Estados Unidos tiene sus prioridades, desde el ámbito mexicano la prioridad es el contrabando de armas, lavado de dinero, adicciones y reducir la demanda, porque sin una reducción sustantiva, será imposible reducir la oferta.
“Debemos de tener claro la dimensión que han tomado las organizaciones en nuestro país. Por la naturaleza de las actividades han adquirido una dimensión trasnacional, esta dimensión nos obliga a sumar esfuerzos sin regateos, para que no se siga repitiendo la historia de tener reuniones que al paso del tiempo, por su falta de resultado se vuelven reuniones protocolarias de carácter burocrático”.