En diciembre aumenta el riesgo de que internos de uno de los 389 penales con que cuenta el país se suiciden, en parte por la soledad que representa el estar encerrados y alejados de sus familiares en esta época.
De los suicidios contabilizados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) el año pasado, 24 ocurrieron en Centros Preventivos y de Reinserción Social (Ceresos) estatales y dos, en Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos).
En invierno y verano es cuando más suicidios se registran en los penales. Incluso, hay un horario mortal, entre las 6:00 AM y el medio día.
La CNDH señala que el 84% de los casos ocurre en los dormitorios, mientras el 16% restante sucede en áreas diversas como cocinas, comedores, talleres, sitios de visita íntima y familiar.
De acuerdo con la estadística más reciente, el mayor número de suicidios se reportó en penales de Jalisco, Sonora, así como Guanajuato, Nuevo León, Tabasco y Zacatecas.
En el caso de los penales federales, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) a través del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, ha emprendido programas integrales para la prevención del suicidio, tales como terapias sicológicas a cargo de especialistas que atienden a los poco más de 24 mil internos que hay en las 17 centros penitenciarios federales. Y diversas actividades durante el 24 de diciembre.
En los Centros Federales de Readaptación Social, al ingresar el interno recibe un ejemplar del Reglamento, donde se les se explica de modo sencillo, sus derechos prescritos en la ley, obligaciones y prohibiciones, así como el régimen interior del Centro Federal.
La clasificación la lleva a cabo el consejo técnico, con base en el estudio clínico criminológico o de personalidad practicado al interno, a través del cual se le asigna su ubicación en dormitorio y por ningún motivo los internos pueden ser ubicados en lugares distintos a los que, por determinación expresa del Consejo, sean destinados para su alojamiento.
A través del estudio clínico criminológico, incluyen las áreas Medicina, Trabajo Social, Sicología, Pedagogía, Criminología, Actividades Laborales y Educativas, así como el reporte de conducta elaborado por el Area de Seguridad y Custodia.
Como medida de seguridad, por ningún motivo se permite la convivencia de internos considerados como autores intelectuales, con los autores materiales de los delitos, y aquellos que forman parte de una misma organización delictiva, deben estar separados y no se permitirá bajo ninguna circunstancia contacto entre ellos.
De esta forma, a los internos procesados se les aplica un tratamiento que tendrá por objeto fomentar su buen comportamiento y su participación activa y constante en las actividades implementadas en el Centro Federal y a los sentenciados, se les aplica un tratamiento de carácter progresivo y técnico que tenga como finalidad la evolución de su comportamiento hasta llegar a su readaptación social.
El área de Sicología evalúa el estado anímico del interno, para detectar sus necesidades individuales de sicoterapia, mediante las técnicas orientadas a mejorar las capacidades del interno.
La asistencia sicológica es de manera permanente, a todos aquellos internos que por algún motivo sean enviados a tratamiento especiales, que presenten agitación sicomotriz, estén encamados o que requieran un seguimiento especializado.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el personal destinado a desempeñar funciones tanto operativas como administrativas en los centros penitenciarios estatales asciende a un total de 37 mil 267 personas adscritas a los mismos; 3 mil 760 personas (10.08%) ejecutando funciones de dirección, administración u operación (tales como directores, subdirectores, secretarios generales, coordinadores, jefes de departamento, médicos sicólogos, instructores, trabajadores sociales, entre otros).
Mientras que solo 554 (1.48%) son custodios de primer nivel jerárquico; mil 691 (4.53%) custodios de nivel intermedio; 23 mil 028 (61.79%) custodios encargados de la operación de los esquemas de preservación del orden y la disciplina entre la población, así como de salvaguardar el orden de los centros.
Finalmente, siete mil 638 servidores públicos (20.49%) desarrollan actividades de soporte al personal directivo y de operación (secretarias, mensajeros, choferes, personal de limpieza, entre otros).