Las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, Energía y Estudios Legislativos del Senado de la República aprobaron la noche de este lunes el dictamen de reforma constitucional a los artículos 25, 27 y 28, en materia de áreas y empresas estratégicas del Estado mexicano.
Con 29 votos a favor de Morena y sus aliados, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, y 11 en contra de la oposición, integrada por PAN, PRI y MC, la reforma fue avalada sin cambios y turnada a la Mesa Directiva del Senado para su discusión en el Pleno.
La reforma, planteada el 5 de febrero por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, busca fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), otorgándoles un papel preponderante en el sector energético.
De acuerdo con el dictamen, ambas entidades serán nuevamente consideradas como “empresas públicas del Estado”, evitando competir en igualdad de condiciones con empresas privadas.
Con esto se inscribirá en la Carta magna que tanto Pemex como la CFE son empresas públicas del Estado y el litio, también por ser un mineral estratégico queda en control del Estado.
También estipula que el Internet es un área estrategia por lo que se estipula que no deberán constituirse monopolios con él.
En materia del sector eléctrico se garantiza un esquema donde el 54% del suministro corresponderá a la paraestatal CFE, mientras que el 46 por ciento restante se destinará a las empresas privadas del ramo.
Durante el debate, el senador panista Agustín Dorantes Lámbarri criticó la reforma, señalando que no aborda la crisis financiera de Pemex ni de la CFE.
“Les permite operar como empresas sin rentabilidad, perpetuando pérdidas millonarias que afectan a los ciudadanos”, dijo el senador, quien insistió en la necesidad de explorar alternativas para mejorar su eficiencia en lugar de institucionalizar sus deficiencias.
Por su parte, el senador Clemente Castañeda, de Movimiento Ciudadano, manifestó el voto en contra de su bancada. Aclaró que no se oponen a la soberanía energética, pero destacó que “no hay manera de tener soberanía energética si no hay energía suficiente, limpia y barata”.
Consideró que la reforma tiene “un mal diseño institucional” en materia eléctrica y señaló que la CFE ha experimentado un “declive dramático” en el actual sexenio. “2024 es el año con mayor deficiencia en el suministro eléctrico en lo que va del siglo”, advirtió.
Castañeda también criticó lo que describió como un “falso debate” entre lo público y lo privado. Señaló que su bancada está convencida de que para construir un Estado de bienestar se requieren alianzas con el sector privado en áreas donde el Estado no tiene la capacidad suficiente.
Por su parte, el senador Óscar Cantón Zetina, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, defendió la reforma al afirmar que “se pone fin al intento de desmantelar a Pemex y a la CFE”. Según Cantón Zetina, la iniciativa permitirá que los particulares contribuyan a los objetivos del sector público.
El senador destacó que, con esta reforma, el sector privado podrá generar hasta el 46 por ciento de la energía del país. “No estamos cerrando la puerta al sector privado en la industria eléctrica”, subrayó.
Asimismo, negó que se esté estableciendo un monopolio en el sector energético, ya que los servicios prestados por las empresas estatales no tienen fines de lucro y, por lo tanto, no pueden considerarse monopolios.