El 30 de mayo de 1974, en plena campaña política por la gubernatura de Guerrero fue secuestrado Rubén Figueroa, cacique local.
El Partido de los Pobres (PDLP), grupo guerrillero encabezado por Lucio Cabañas, se adjudicó la autoría del mismo, y envió tres comunicados al gobierno federal y a la opinión pública exponiendo su ideario político y las condiciones para liberar al candidato del PRI.
“Tal como lo hemos dicho en comunicados anteriores, el senador Rubén Figueroa Figueroa, lo mantenemos secuestrado exigimos previamente el retiro de tropas, policías y agentes secretos, uniformados y no uniformados de los municipios de San Jerónimo, Técpan, Coyuca de Benítez y Atoyac de Álvarez como condición para iniciar los arreglos de su liberación”, se lee en la primer página del comunicado redactado en una máquina de escribir.
El Sol de México tuvo acceso a dos de ellos, provenientes del acervo Alejandro Jiménez/Laura Castellanos, fechados el 10 y el 19 de junio de aquel año, respectivamente, que son los que reproducimos a continuación.
El PDLP emitió diversos comunicados que delineaban su visión, objetivos y estrategia. Estos textos no solo buscaban informar sobre sus acciones y objetivos, sino también legitimar su causa ante sectores rurales y urbanos.
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Entre los puntos clave de estos documentos se destacan: Denuncia de la represión estatal, los abusos del gobierno, como el despojo de tierras, la violencia contra campesinos y las masacres, presentándolos como detonantes de la lucha armada.
Estos escritos no sólo funcionaron como herramienta de comunicación interna y externa, sino también como un esfuerzo por articular una narrativa que explicara su lucha en términos históricos y políticos. Aunque su impacto directo se limitó a ciertas regiones rurales, su mensaje trascendió a otros movimientos sociales, inspirando tanto a guerrillas urbanas como a la izquierda política.
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Tras la muerte de Lucio Cabañas en 1974, el PDLP se debilitó, pero su figura y la de sus comunicados quedaron inscritas en la memoria de la lucha social mexicana. Hoy en día, sus textos son estudiados como testimonios de resistencia y como evidencia del contexto opresivo de esa época.
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