En Villa Coapa todo huele a tristeza. El rictus de la mayoría luce apretado; es la preocupación. Por un familiar querido, por una casa destruida… y hasta por un fantasma: Frida Sofía, la que para la Marina no existe, mientras que millones de mexicanos que siguieron la televisión rogaron por ella.
“En nuestro ánimo nunca ha estado generar falsas expectativas. Mientras exista la mínima posibilidad de que exista alguien con vida lo seguiremos buscando con la misma entrega”, dijo el subsecretario de la Marina, Ángel Enrique Sarmiento.
La Marina y los rescatistas salvaron a 11 pequeños; 19 cuerpos de menores y 6 de adultos fueron recuperados; entre ellos una mujer de aproximadamente 58 años de edad.
La señora Laura Prieto relata que ella se encontraba en Santa Fe cuando le avisaron de que la escuela donde estudiaba su hija se desplomó; lloró desde esta colonia hasta llegar al sur de la ciudad.
Su hija Lourdes Huerta Prieto, de 10 años de edad, narra que cayó toda la dirección por lo que todos corrieron por su vida.
“Primero caminando, luego corriendo; pero cuando alguien tropezaba otros caían”, dice.
Y confiesa que desde ayer todos los niños que sobrevivieron al desplome acudieron a terapia; dice que no ha sido fácil. Uno de sus compañero, detalla, no pudo describir el momento más feliz de su vida. Ella lo ve muy asustado.
“Yo me encontraba en laboratorio donde había gas, por eso salimos de prisa. Salimos por una puerta. Estoy asustada y me preocupa la escuela. Creí ‘aquí acabé’. Después busqué a mi hermano, lo encontré y nos abrazamos”, cuenta.
“Mi maestra quedó arriba al no poder bajar, nos decía pegados a la pared por si se cae el techo”, suspira.
Pero aquí en el Colegio Rébsamen sigue la búsqueda de sobrevivientes luego de cumplirse 72 horas del mortal terremoto del pasado martes.
Sigue de manera incansable de cientos de personas que no se van a mover.
Padres de familia de niños sobrevivientes han llegado durante la mañana de ayer para iniciar un recuento; pero han regresado sin entrevistarse con autoridad alguna.
Algunas voces comienzan a decir que no hay sobrevivientes que nadie está bajo los escombros y que el nombre de la Niña Frida Sofía ha sido un invento de las televisoras.
Lo cierto que las labores de rescate no se detienen… nadie informa del proceso de remoción de escombros ni de sobrevivientes.
Son 72 horas sin más vida, solo la esperanza de todos los que luchan contra el tiempo aquí en el colegio Enrique Rébsamen.
Nadie sabe con exactitud cuántas personas había al momento del sismo, pero la solidaridad sigue siendo impresionante.
“Mi hijo Roberto fue de los primeros en salir, estaba en clase de yoga”, es la historia que cuenta la señora Marisol, que le hablaron a las tres de la madrugada para acudir a la escuela y encontrarse con autoridades para tener un censo de alumnos, lo que no ocurrió.
“Los vecinos ayudaron y sacaron a muchos niños, fue una gran solidaridad y mi hijo fue de los primeros en salir”, concluye.