MADRID. El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, reafirmó su defensa al Rey Felipe VI frente a México después de que no fuera invitado a la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum, prometiendo que defenderá siempre las instituciones y equiparando este caso con la crisis con Argentina por las palabras de su presidente, Javier Milei, sobre Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Durante su intervención inicial, el ministro recalcó que "si el jefe de Estado no está invitado, España no está invitada", justificando así que no hubiera representación oficial en el acto del martes pasado. Asimismo, Albares ha recalcado que mientras él siga en el cargo defenderá "con firmeza y sin ambages las instituciones españolas empezando por la primera, la jefatura del Estado".
En el turno de réplica, y después de que varios de los portavoces hubieran planteado esta cuestión, en particular los socios del Gobierno para afear que no hubiera representación española, y que el PP haya afeado la diferente respuesta en el caso de Argentina, Albares volvió a referirse a este asunto.
Así, tras alegrarse de que México tenga por primera vez una presidenta y asegurar que quiere "tener las mejores relaciones" con México, se ha reafirmado en su postura.
"Yo siempre defenderé a las instituciones españolas. Lo hago con el Gobierno de Argentina, cuando se trata de la Presidencia del gobierno, por mucho que le pese al Partido Popular, por mucho que le pese a los señores de Vox", enfatizó, recordando que Santiago Abascal estaba "jaleando" a Milei cuando el presidente argentino tachó de "corrupta" a Begoña Gómez.
"Lo hago también con el Gobierno de México, cuando se trata de la jefatura del Estado y lo hago también con el Gobierno de Venezuela, cuando es el Parlamento", añadió, en referencia a las quejas de Caracas tras la aprobación tanto en Congreso como en Senado de iniciativas reclamando el reconocimiento del candidato opositor Edmundo González como presidente electo.
El ministro dijo que lo hace porque considera que "hay debates que son legítimos que tengamos entre españoles, pero no podemos permitir que venga un tercero a decirnos lo que hacer" como, según él, hace el PP.
"Aliarse siempre contra España, con el tercero que sea; jamás defender a las instituciones españolas o al presidente del Gobierno cuando se le está insultando", denunció.
El portavoz del PP, Carlos Floriano, había criticado en su intervención la diferente respuesta del Gobierno en el caso de Argentina, cuando se optó por retirar a la embajadora en respuesta a las "inaceptables palabras" de Milei, y con México se ha saldado con una nota verbal de protesta.
No se ha respondido igual: Partido Popular
Además, responsabilizó al Gobierno de haber tomado la decisión de no responder la carta remitida por el anterior presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, al Rey en marzo de 2019 reclamando una disculpa pública por la Conquista y de no haber hecho "nada" después para solventar esta cuestión.
Desde Sumar, su socio de coalición, también se ha afeado al ministro que no se haya conseguido encontrar una "solución creativa" para evitar la situación actual. En este sentido, su portavoz, Agustín Santos, incidió en que la invitación llegó en junio y la carta es de hace cinco años, lamentando que en este tiempo "no se ha hecho nada por responder" a las "preocupaciones" de un país hermano como México.
Al margen de que la cuestión también es objeto de debate interno en México, Santos consideró que desde junio se podrían "haber encontrado soluciones creativas como el establecimiento de una comisión conjunta de historiadores o cualquier fórmula que nos permita debatir en conjunto estos problemas" y evitar que finalmente España no haya estado representada "porque no se ha conseguido evitar que no se invite al Rey".
Javier Sánchez Serna, de Podemos, insistió en que fue un "error mayúsculo" que el Gobierno no enviara a nadie a la toma de posesión "arrastrado", a su juicio, por los "errores" de la Casa Real y subrayó que México y España seguirán siendo "naciones hermanas a pesar de los borbones".
Tras ilustrar con palabras de fray Bartolomé de las Casas los "desmanes" provocados por los conquistadores, recordó que otras monarquías como la británica y la belga, u otros países como Portugal, sí han pedido perdón por los abusos en sus colonias y que hasta el Papa Francisco se ha disculpado por "los pecados cometidos durante la Conquista".
En opinión del diputado 'morado', "no es tan difícil pedir perdón". "¿Pero, cómo va a pedir perdón el rey de España si es el heredero directo de un dictador y de nuestro pasado más tenebroso y oscuro?", se preguntó.
También cree que el Gobierno español debería haber estado presente en la ceremonia del pasado martes el portavoz de Bildu, Jon Iñarritu, quien, no obstante, considera que se equivocan quienes creen que es el Rey quien tiene que pedir perdón.
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A su juicio, es el Gobierno el que debe hacer "una lectura crítica del pasado colonial español", igual que hace 10 años ya reconoció "lo que supuso la expulsión de los judíos de España". "Eso no hace de España un país peor", aseveró el diputado vasco, que ha querido dejar claro que él no se siente "español".