- Fiestas navideñas, ocasión de la reunificaciónfamiliar
Primera de dos partes
En caravana, en largas filas, miles de vehículos deconnacionales cruzan la línea divisoria con Estados Unidos duranteel fin de año, con un solo objetivo: pasar las fiestas navideñascon sus familias de este lado de la frontera. Hoy, esas familiasestán siendo amenazadas con no volverse a ver… en ambos ladosdel borde.
¡Ay María Grever!
“Tú, la que al hablar tiene el dejo /de la tierra que ahoradejo /para quizás no volver.
“Deja, que con ilusión loca, / te dé un beso en esa boca/ por si no te vuelvo a ver.”
Son tres millones de connacionales procedentes de los diversosestados de la Unión Americana y de Canadá los que ingresananualmente a México en los meses de noviembre, diciembre y partede enero. ¡Seguirá siendo así? Hoy, tras el triunfo de DonaldTrump, los resultados del programa Paisano 2016-2017 darán elpulso del terror y la angustia que viven los connacionales.¿Habrá disminución o incremento de visitas?
Hasta 2013 señalaba el estudio “¿Ahora Hacia Dónde? Losretos que enfrentan las familias migrantes trasnacionales entre EUAy México”, en los últimos cinco años Estados Unidos habíadeportado a 400 mil personas en promedio al año, el 72% eranmexicanos. Todos fueron separados de sus familias en ambos lados dela frontera. Además, decían haber confirmado, por ejemplo, quepadre o madre de más de 152 mil niños estadunidenses (hasta eseaño) fueron deportados.
¿En el 2017 cuántos sumarán? La Organización Internacionalpara las Migraciones, de la ONU (que de acuerdo a su historia“surgió de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial) explica queuna de las razones más frecuentes para la disolución de la unidadde la familia del migrante es la expulsión de uno o más miembrosde la familia del migrante del País huésped. “En estos casos,los países huéspedes están obligados por la ley internacionalsobre derechos humanos a encontrar el justo equilibro entre suspropios intereses legales (como orden público o seguridad) y elderecho fundamental de los migrantes al respeto de su vida y unidadfamiliar. En otras palabras, siempre debe existir una relación deproporcionalidad entre el propósito legítimo del país huésped,cumplido por una medida de expulsión, y el derecho al respeto dela vida familiar de los migrantes en la expulsión”.
También expone que la decisión de un migrante, regularmenteresidente en un país huésped, de vivir con su familia en esanación no es sólo un derecho humano, sino que también permite laparticipación absoluta en la sociedad huésped. “El derecho a lareunificación de la familia está directamente vinculado con ladignidad humana y la capacidad de prosperar de cada persona y porlo tanto también tiene un impacto directo en la cohesión socialdentro de la sociedad huésped”, precisa.
Otro planteamiento de la OIM refiere que a pesar de que loshombres migrantes tradicionalmente han sido los que llegan primeroa los países huéspedes, las mujeres que migran como jefes defamilia constituyen ahora casi el 50% de los flujos de lamigración en todo el mundo.
“La globalización de la migración ha cambiado la naturaleza.La evolución continua de las estructuras familiares -puntualiza-ocurre sin considerar las fronteras del “país soberano”. Lamigración mundial ha introducido formas familiares nuevas ydesconocidas a muchos países de destino que deben tratarse deconformidad con las normas de la ley internacional contemporáneasobre derechos humanos. Durante la década pasada, las mujeresnormalmente han iniciado la reunificación de los migrantes con sufamilia”.
Algo de gran ayuda, quizás para la lucha diplomática que debadar México es que, la ley internacional sobre derechos humanos“prohíbe expresamente las medidas de expulsión colectiva deextranjeros, incluyendo trabajadores migrantes. Las garantíasespecíficas y amplias del procedimiento referentes a la expulsiónde extranjeros, incluyendo trabajadores migrantes, estánestipuladas en el Artículo 22 de la Convención Internacionalsobre los Trabajadores Migrantes de 1990 y en el Artículo 1 delProtocolo Número 7 de la Convención Europea sobre DerechosHumanos”.
Dicha normatividad, Quién sabe si sirva en el caso de quienserá el nuevo inquilino de la Casa Blanca, porque ya se ha vistoque mister Trump toda su vida se ha pasado las normas por el arcodel triunfo.
Y EL REMATE ES LA DESINTEGRACION
El problema fundamental de la migración es la desintegraciónfamiliar. La Unesco habla de cuestiones dolorosas, porque tantopara los niños y las niñas que los migrantes dejan atrás, comopara los propios niños que migran, la pérdida de referentes(padres, madres, abuelos, etc.) tiene consecuencias más allá delcuidado de la salud y el desarrollo físico.
“Las ausencias implican la pérdida de referentes principalesy por tanto tienen un efecto psicosocial significativo que puedetraducirse en sentimientos de abandono y vulnerabilidad, pérdidade autoestima, entre otros. Un caso especial es el de los hijos ehijas que deben hacerse cargo de sus hermanos ante la ausencia delos padres, lo cual conduce a un proceso precoz de maduración, deasunción de responsabilidades desmedidas para la edad y probableabandono de los estudios”, menciona.
A su vez la Cepal considera que las migraciones significan,además, un escenario de crisis para la familia que la vive, ya seaporque el jefe o los jefes de familia parten dejando atrás a sushijos, ya sea porque el traslado de toda la familia en búsqueda denuevas perspectivas trae aparejada la instalación en un nuevomedio que muchas veces es desconocido, hostil, que reacciona condiversas formas de resistencia al que llega del extranjero y en elque el migrante no encuentra el mucho o poco capital social quetenía en su país de origen.
“Esto significa que la familia, y en particular sus miembrosmás débiles -las mujeres y los niños- viven usualmente con lamigración una situación de alta vulnerabilidad; es decir, unaumento de los riesgos y la posibilidad de que sus derechos se veandañados o su integridad afectada, lo que es muy grave en lasmigraciones no queridas o no buscadas: desplazamientos forzados encasos de conflictos armados o enfrentamientos entre grupos armadosprovocados por conflictos diversos o desastres naturales”,agrega.
Resalta también que en estos casos la crianza de los niños esfuertemente impactada, al empezar a desarrollarse en un contexto deinestabilidad económica, incertidumbre sobre el futuro familiar,pérdida de coherencia de la unidad familiar, desaparición dereferentes familiares o de barriadas, dificultades escolaresgeneradas por un acceso deficiente a la escolaridad, sobrecarga dela figura materna con el consiguiente aumento del estrés ydepresión de la mujer.
Asimismo, expone, las urgencias socioeconómicas llevan a lafamilia migrante a vincularse tempranamente a las primeras formasde sobrevivencia que encuentra en el nuevo medio, aceptando empleosinformales, malsanos y de baja remuneración.
En tal contexto, dice, el peligro para los niños es grande.La pérdida de cohesión, las dificultades de integración al nuevomedio, la falta de referentes, las rupturas de los vínculos entrelos padres, generan situaciones de abandono, donde el riesgo socialde desembocar en la renuncia a la escolaridad, la mendicidad, eldelito, los trabajos nocivos o inconvenientes, son proporcionales alas dificultades para encontrar una vida familiar en el nuevo paísde residencia.
“Por esto es que el aumento vertiginoso de los casos de tratade niños y de mujeres en la región no puede dejar de vincularse ala emigración y los desplazamientos forzados: son circunstanciasque terminan generando estrategias de supervivenciadesesperadas”.
(Continuará)