La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exhortó a las autoridades a que garanticen la seguridad en espacios públicos luego del incidente frente a la Catedral de Guadalajara el pasado sábado 26 de octubre, en el que un conductor embistió a un grupo de fieles que realizaba una oración frente a la catedral.
“Exhortamos a las autoridades competentes a: Fortalecer las medidas de seguridad pública para prevenir delitos como el robo de vehículos. Implementar estrategias más efectivas para la prevención del consumo de sustancias nocivas. Garantizar la seguridad en espacios públicos donde se realizan manifestaciones pacíficas y actividades religiosas. Atender las causas estructurales que generan la inseguridad en nuestra sociedad”, declaró el CEM a través de un comunicado.
Este domingo, el gobierno de Guadalajara dio a conocer en sus redes sociales que de las 16 personas lesionadas, dos de ellas fueron dadas de alta en el sitio y las demás fueron trasladadas a diversas unidades médicas.
El gobierno de Verónica Delgadillo informó que todavía hay tres personas en observación médica, pero que fueron reportadas como estables.
El CEM afirmó que, aunque este incidente no fue dirigido en contra de la celebración religiosa específicamente, “muestra la urgente necesidad de abordar los problemas de inseguridad que afectan a toda la sociedad mexicana”.
El Episcopado Mexicano lamentó los hechos ocurridos durante la Celebración Nacional a favor de la Mujer y de la Vida y manifestó sus oraciones por los familiares y las personas heridas.
“Nuestra profunda preocupación por el incidente que ha dejado, según los informes, varias personas gravemente heridas, entre adultos y niños. Los hechos ocurrieron cuando una camioneta robada, conducida por una persona en estado de intoxicación, ingresó a la zona peatonal donde se encontraban congregados los fieles”, afirmó el CEM.
A través del comunicado, el CEM agradeció la respuesta rápida de los cuerpos de emergencia para atender a las víctimas y se solidarizó con el Arzobispo de Guadalajara, el cardenal Francisco Robles Ortega, así como con el Obispo de Culiacán y responsable de la Dimensión Episcopal de Vida, quien se encontraba realizando la oración frente a la catedral, Monseñor José de Jesús Herrera Quiñones.